La probable hoja de ruta del balonmano desde la perspectiva cordobesa

De repente, es muy probable que todos los clubes de la provincia logren sus diferentes objetivos. Incluso alguno lo va a hacer, si se confirma la decisión, pese a estar lejos en demasía del suyo en la clasificación. También es verdad que existe una duda por resolver. El caso es que todo hace indicar que la campaña 2019-20 va a resultar muy positiva en términos generales para los equipos cordobeses de balonmano, tanto en competición masculina como en femenina. Así es después de que la junta directiva de la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) optara el viernes por proponer la finalización de la temporada con motivo de la pandemia de Covid-19. El planteamiento es que no haya descensos pero sí descensos y ahora es la Comisión Delegada el organismo la que ha de decidir. Aun cuando falta oficialidad y confirmación de los cambios de categorías, puede darse por hecho el cierre del curso.

Asunto esencial por conocer dada la nueva realidad es la reorganización de todas las divisiones de carácter nacional. Es necesario señalar en este sentido y antes de seguir que la decisión de la RFEBM afecta a Asobal, División de Honor Plata y Primera en el apartado masculino, así como a Liga Guerreras Iberdrola y División de Honor Plata en el plano femenino. Hecha la aclaración requerida, el plan de ascensos sin descensos requiere, como es evidente, una reestructuración de las distintas categorías. En este punto cabe preguntarse qué proyecta el ente presidido por Francisco Blázquez. Dicho de otro modo, cuál es la hoja de ruta federativa para culminar su iniciativa. La probable línea trazada asegura en un alto porcentaje el éxito de los clubes de la provincia.

El Ángel Ximénez de Puente Genil está a punto de certificar su salvación, una temporada más, en Asobal. El equipo dirigido por Paco Bustos no sale beneficiado en sí sino que obtiene la recompensa a su trabajo a lo largo de esta temporada. No en vano, es octavo. Cierto es que con una diferencia de sólo cuatro puntos respecto del descenso con hasta once partidos por disputar supone un alivio sellar por vía directa la permanencia en la máxima categoría. La élite va a sufrir una clara ampliación en cifra de equipos, al menos en principio. Sin descensos, a los 16 conjuntos que ya militan en la principal competición del balonmano español se van a añadir entre dos y cuatro. El número final es el detalle que resta por saber. La probable hoja de ruta de la RFEBM quizá considere la segunda opción para los ascensos, lo que significa un incremento hasta 20 rivales.

La mencionada posibilidad para completar la Asobal es muy factible dada la obligada recomposición también de la División de Honor Plata. En esta categoría la alegría es para dos entidades de la provincia, cada cual en una situación muy distinta. Porque al tiempo que el Cajasur Córdoba Balonmano (CBM) vive una compensación idéntica a la del Ángel Ximénez, el ARS Palma del Río va a mantener la división a pesar de ser colista destacado de la competición con sólo cuatro puntos. Los granates, por cierto, reciben la noticia sobre la intención de la RFEBM en undécimo lugar con 19 puntos a falta de diez jornadas. También es un alivio, como le ocurre al vecino cuadro pontano. Por la zona alta, en este caso, el Colegio Cisne Los Sauces y el Blasgon y Bodegas Ceres Villa de Aranda tienen casi garantizado su ascenso a la élite. ¿Sólo ellos?

Quizá la variación conduzca a 18 equipos en Asobal y 20 en Plata. Pero está abierta la posibilidad descrita de cuatro saltos de división y que la segunda se componga de dos grupos. Sin descensos y con las opciones citadas para los ascensos a Asobal, la duda es si en efecto se producen aumentos de sólo dos entidades en las dos principales competiciones del balonmano español o se da una reorganización más profunda. En el primero de los casos, es decir con la subida únicamente de los dos primeros de Plata desde Primera Nacional se incorporan únicamente los líderes actuales de cada uno de los grupos de categoría inferior. Esto conlleva el 18 y 20 indicado líneas antes. Sin embargo, por el sistema de campeonato parece una medida un tanto injusta. Porque son los dos primeros de cada torneo territorial los que están llamados a jugar fase al final de la liga regular. Así, no es descartable que la RFEBM decida que sean doce los conjuntos -y no seis- los que promocionen.

Según la última perspectiva si es obligada una recomposición mayor de la División de Honor Plata. Si suben doce, se hacen necesarios cuatro ascensos a Asobal para que haya 24 equipos en la segunda división nacional. Conlleva este hecho, por tanto, la división en dos grupos. Es probablemente este asunto el que más preocupación pueda provocar en la RFEBM. Más allá de todo lo escrito, sí está asegurada otra salvación en clave cordobesa. Ésta es la del Balonmano Pozoblanco, que va a continuar otro curso en Primera. El cuadro de Los Pedroches, al igual que el Ángel Ximénez y el Cajasur CBM, va a obtener justo premio a su actual situación en la tabla del Grupo F, en el que se encuentra noveno con 21 puntos a falta de siete jornadas. Lo que falta por ver es qué sucede con La Salle, que acabó segundo en la categoría inferior y obtuvo billete para el play off.

Por último, la situación parece clara también, incluso más, en el apartado femenino. Es ahí donde está la gran duda cordobesa. Se trata de la que espera resolver de manera favorable el Adesal, que apunta a su regreso a la máxima categoría. El conjunto de La Fuensanta es líder del Grupo D de División de Honor Plata, lo que le coloca en lugar de privilegio dado el escenario provocado por el Covid-19. Lo normal es que los cuatro primeros clasificados de la segunda división en este caso asciendan sin la más mínima reserva de duda, lo que significa que la Liga Guerreras Iberdrola se reestructure con un incremento de 16 a 20 clubes. Esto va a suponer, con toda seguridad, que el curso 2020-21 sean cuatro y no dos las entidades que desciendan en esta competición.