Julia Figueroa sella su pasaporte para Tokio con un bronce en Budapest
Las mínimas dudas que pudieran existir todavía quedan definitivamente resueltas. Por mucho que aún deba hacerse oficial, una de las principales figuras del deporte de la provincia en los últimos años vuelve a unos Juegos Olímpicos. Va a ser la segunda vez en que acuda al más relevante evento internacional en materia deportiva. Tal hecho se certifica al fin después de una magnífica actuación en el Campeonato del Mundo de la disciplina, que no es otra que judo. En concreto, Julia Figueroa consigue el bronce de -48 kilógramos en la cita referida, con inicio precisamente este domingo y que se va a desarrollar durante unos días más en Budapest. Así, la cordobesa no sólo se hace con una destacada tercera plaza de su categoría en la capital de Hungría sino que sella su pasaporte para Tokio, con una plaza que tuviera casi garantizada desde hace más de un año.
El sobresaliente resultado en esta ocasión lo es más, igual que ocurre normalmente en su caso, al mejorar el logrado por su máxima competidora por la plaza española de su peso por estar en los Juegos Olímpicos. Se trata de Laura Martínez Abelenda, que si bien completó un gran papel en Budapest no pudo optar a medalla tras caer en ronda de repesca. Precisamente cedió la española ante la que fue rival de la canterana del Kodokan e integrante del Terra i Mar valenciano. Julia Figueroa arrancó la competición en segunda eliminatoria debido a que partió como cabeza de serie de su grupo, lo que también suele ser habitual. Comenzó la judoca ante la azerí Aisha Gurbanli, a la que derrotó con un ippon por inmovilización.
Ya en octavos, a la cordobesa le aguardaba la peruana Brillith Gamarra, que antes se había deshecho de la belga Anne Sophie Jura. Aunque el combate no fue sencillo, al igual que en el inicio del campeonato para ella, Julia Figueroa venció al obligar a su adversaria al abandono tras una técnica de estrangulación. La cordobesa progresaba y no concedía oportunidad de mejora a Laura Martínez Abelenda, que también seguía adelante. En cuartos se enfrentó a la francesa Shirine Boukli, a la que superó de forma ajustada con un yuko. Y eso antes de correr el riesgo de un ippon por parte de la gala. Lo importante es que la judoca había accedido a semifinales y acariciaba una medalla de mayor prestigio si cabe que las acumuladas en los últimos meses.
Fue en dicha ronda en la que se topó con una rival con capacidad de frenarla en tan relevante cita en Budapest. La japonesa Wakana Koga cortó su camino hacia la final con un yuko que no marcó hasta el tramo final de la pelea. Pese a todo, Julia Figueroa mantenía su opción de presea gracias a la repesca, en la que bien pudo haber duelo español con Laura Martínez Abelenda. Sin embargo, su compañera pero competidora por los Juegos Olímpicos cedió ante la argentina Keisy Perafán, que fue precisamente a quien ganó la canterana del Kodokan para subir al tercer cajón del podio. Con este bronce, además, no sólo permanecía con ventaja sobre la otra judoca que pretendía llegar a Tokio en -48 kilógramos sino incrementar la renta.
Julia Figueroa inició el año en enero. Entonces, después de diez meses volvía al fin a un tatami. Dejaba atrás no sólo la pandemia de Covid-19 sino una lesión. Su regreso no fue positivo, si bien tampoco negativo. Acabo séptima en el Máster de Doha. Tras esa primera cita en Catar, la cordobesa se hizo con sendos bronces en el Grand Slam de Tel Aviv (Israel) y el Grand Slam de Tiflis (Georgia). Ocurrió en febrero y marzo. La judoca había previsto un calendario con una prueba al mes para preparar y corroborar su presencia en Tokio 2021. Ya en abril acabó séptima nuevamente, esta vez en el Campeonato de Europa, que se celebró en abril. Aunque tuvo ocasión de buscar un nuevo metal en mayo, optó por no acudir al Grand Slam de Kazán (Rusia) con el fin de encarar en el mejor estado posible este Mundial de Budapest. El caso es que la presea en Hungría completa un año de grandes resultados para la deportista de Terra i Mar, que asegura su segunda participación en unos Juegos Olímpicos. La primera experiencia la tuvo en Río de Janeiro en 2016 y para ésta ya partía con el billete casi adquirido antes del inédito quinto año de Olimpiada -esto es para 2020-.
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