Noventa minutos y un futuro
Esta noche, sobre las diez y media, se hablará mucho de fútbol en Córdoba. De lo que se hizo y de lo que se podrá hacer, de nuevos ídolos, de vivencias compartidas y de esas benditas segundas oportunidades que este deporte concede hasta a quienes no se las merecen. No es el caso del Córdoba CF, que está siendo protagonista de una remontada formidable: la mayor de todos los tiempos. Salió del infierno después de siete meses y ahora depende de sí mismo para garantizar su continuidad en Segunda División. Sí, claro. Se hablará de un futuro que antes deberá ganarse en noventa minutos bailando con el drama en un escenario majestuoso. El Arcángel estará abarrotado y todo apunta a que se superarán los veinte mil espectadores. Este viernes se produjeron las últimas colas en las taquillas para cazar los asientos liberados por los socios. El Córdoba-Sporting de Gijón no es una cita cualquiera.
Nadie se quiere perder un acontecimiento que pasará a la memoria colectiva del cordobesismo, que ansía compartir un grito de liberación en un partido que llega después de tres victorias consecutivas. Hay euforia -preventiva, en el caso de los más cautos- y Sandoval se ha aprestado a recordar que aún “no se ganó nada” y que falta “un último paso”. Se muestra el de Humanes, sin embargo, muy seguro de lo que hay entre manos. “Lo vamos a conseguir porque pelearemos por lo que ya hemos logrado. Hicimos lo más difícil y tenemos a toda una ciudad detrás
En la trinchera opuesta se encuentra el Sporting de Gijón, que llega a Córdoba necesitando un punto para mantener la tercera posición y abordar los play offs de ascenso a Primera con la ventaja de no necesitar penaltis en caso de empate tras una hipotética prórroga en una probable final. Los beneficios para los asturianos quedan hipotecados a próximas citas. En el caso cordobesistas, las consecuencias del marcador serán inmediatas. El pitido final del árbitro significará el final del curso 17-18 y la dirección hacia la que tomará rumbo el club: de frente o hacia abajo. No le queda más opción. Y eso parece un estímulo lo suficientemente importante como para activar todos los resortes emocionales.
“Es el partido en el que menos necesitas trabajar la motivación”, admitió en las vísperas José Ramón Sandoval, quien guarda un pasado en Gijón y un tremendo presente en el Córdoba. “Las finales no se juegan, se ganan”, aseguró el madrileño agarrándose a un tópico que sonó como una cruda evidencia. No hay nadie en el vestuario del Córdoba que piense que pesa menos la necesidad de salvarse que el situarse en un puesto ventajoso para pelear por subir. Un descenso tiene un carácter irreversible y supone una hecatombe. Qué le van a contar al cordobesismo, que de eso sabe un rato. “Sabes que si desciendes te metes en el pozo, cambia la historia de la ciudad, del club, de todo”, recordó Sandoval sin que hiciera falta.
Todo el mundo está convocado. Hasta Bambock y Montelongo, un camerunés y un uruguayo que llegaron en el mercado de invierno y se quedaron con la ficha bloqueada. La LFP no permitió su admisión al club. Sin poder entrar al verde están viviendo desde dentro una aventura extraordinaria. No hay lesionados. Sandoval escogerá en el último momento a los que salgan para combatir a un Sporting que peleó por el ascenso directo hasta hace apenas un mes, pero que perdió en tres de sus cuatro últimas salidas y se quedó por detrás del Rayo y el Huesca, que ya celebraron su salto a la élite y verán el resto del campeonato en zapatillas, sentados en el sofá. Los rojiblancos, al mando de Rubén Baraja -quien, por cierto, estuvo en las quinielas para ser entrenador cordobesista-, tendrán que seguir compitiendo a partir del próximo miércoles.
El cordobesismo se ha juramentado para respaldar como nunca a los suyos. El presidente, Jesús León, lanzó una emotiva arenga a través de los canales oficiales del club en los días previos a la visita del Almería. Aquel día, el mandatario solicitó a los seguidores que fueran “afición” más que “público”. La hinchada entendió el mensaje y lo aplicó a rajatabla. El nivel de decibelios en el estadio de la ribera del Guadalquivir fue superior. El Córdoba ganó por 2-0. “En un estadio así pasan cosas”, dijo el técnico del cuadro almeriense, que dos semanas después ocupa el puesto de descenso que tuvo el Córdoba durante 31 jornadas y más de siete meses. Así es el fútbol. El equipo andaluz, con 47 puntos, juega en Tenerife y no depende de su propio resultado para salvarse. Las combinaciones son múltiples y están implicados seis equipos para eludir la posición décimo novena. Ya bajaron Lorca, Sevilla Atlético y Barcelona B. En la lucha a cara de perro para escapar de la otra posición están implicados Alcorcón, Nástic, Albacete, Córdoba, Leonesa y Almería. Uno caerá. Y los blanquiverdes pueden decir que lo tienen en la mano si no fallan ante el Sporting, sin pensar en lo que suceda en otros estadios. Esa es la teoría. Los transistores no faltarán, como en la jornada anterior, en la que los de Sandoval se pasearon durante más de media hora por el abismo hasta que un postrero gol de Aythami les rescató. Falta el último paso.
Pawel Kieszek, Igor Stefanovic, Loureiro, Fernández, Caro, Josema, Álex Quintanilla, Jesús Valentín, Aythami, Javi Galán, Noblejas, Vallejo, Edu Ramos, Aguza, Javi Lara, Quim Araujo, Bambock, Bruno Montelongo, Aguado, Narváez, Alfaro, Reyes, Jovanovic, Eneko Jauregui y Sergi Guardiola. Esos son los hombres que saldrán de hotel de concentración este sábado con destino a El Arcángel, donde les aguarda un episodio para el recuerdo. Suceda lo que suceda. Si consiguen su propósito, nadie olvidará jamás sus nombres.
ALINEACIONES PROBABLES
CÓRDOBA CF: Pawel Kieszek, Fernández, Aythami, Quintanilla, Valentín, Javi Galán, Edu Ramos, Aguza, Vallejo, Reyes y Sergi Guardiola.
SPORTING DE GIJÓN: Diego Mariño, Lora, Quintero, Barba, Canella, Calavera, Bergantiños, Carmona, Rubén García, Jony y Michael Santos.
ÁRBITRO: José Antonio López Toca (Comité Cántabro).
CAMPO Y HORA: El Arcángel, 20:30.
0