Meriem Ezbida inicia otra aventura en Gijón

Tiene muy claros sus objetivos. De entrada, y primordialmente, pretende disfrutar todo cuanto pueda de su pasión deportiva. Quiere hacerlo, eso sí, de forma que mantenga su trayectoria de crecimiento permanente. Porque todavía tiene margen de mejora aun cuando desde hace tiempo muestra firmemente su calidad. Mientras, sueña con recibir algún día convocatoria para la selección española. Llegue antes o después, sí o no, tal momento, Meriem Ezbida desea enriquecer un historial que ya es realmente positivo. Y en adelante lo va a hacer, en el futuro más próximo, como integrante del Balonmano La Calzada, o Liberbank Gijón como se le conoce actualmente. Así es después de su fichaje por el conjunto asturiano, que diera a conocer éste a través de redes sociales.

La portera natural de Córdoba, aunque de nacionalidad hispano marroquí, afronta otro desafío en su notable carrera. Inicia la aventura en Gijón, como jugadora de un club que esta temporada acabara en cuarta posición dentro de la Liga Guerreras Iberdrola. Una competición ésta, por cierto, en la que el próximo curso se va a enfrentar al que fuera su equipo, el Adesal. No en vano, cabe recordar que Meriem Ezbida es una de las grandes perlas de la cantera de la entidad de La Fuensanta. Ahora, con apenas 24 años, es una de las figuras más contrastadas del balonmano femenino en España en su demarcación. De tal forma lo demostró durante las dos temporadas anteriores.

“Mucha garra, ganas e ilusión en este nuevo proyecto. Muy contenta y agradecida de la confianza dada, para devolverlo con lo mejor de mí y mucho trabajo”, expresó la propia cancerbera en redes sociales. Meriem Ezbida se pronunció después de que el Liberbank Gijón -o BM La Calzada- anunciara su incorporación de manera muy simple, también con un mensaje con vídeo a través de Twitter. La canterana del Adesal arranca su etapa en Asturias tras una doble campaña sobresaliente en el Mecalia Atlético Guardés. Con la escuadra gallega tuvo ocasión de jugar en competición europea y ofreció registros de primer nivel. Pese a ser una pieza destacada del cuadro pontevedrés, en mayo optó por confirmar su adiós.