El incierto futuro de José Antonio Romero
La continuidad del preparador de La Roda en el organigrama del Córdoba es una incógnita | Termina debilitado tras sus malos resultados con el filial y con el primer equipo
Terminada la temporada a todos los efectos -incluidos los entrenamientos del primer equipo-, el Córdoba afronta ahora una etapa de profunda remodelación. Corren aires de cambio en El Arcángel, donde las caras nuevas serán muchas la próxima campaña, en la que el conjunto blanquiverde intentará luchar por el retorno a Primera. El proceso de reconstrucción de la escuadra califal lo será en todos sus apartados, si bien no comenzará hasta que se pongan las primeras piedras del edificio que toca levantar de cara al curso venidero. En ese sentido, la entidad espera anunciar la contratación de Emilio Vega como director deportivo para después continuar con el resto de decisiones que afectan al plano deportivo, en el que se encuentra la incorporación del técnico encargado de pilotar la nave en Segunda A. Ocupará el entrenador el puesto que ya desde semanas atrás se sabía dejará vacante José Antonio Romero. Los resultados obtenidos bajo el mando del preparador de La Roda de Andalucía dieron mayor grado de interinidad -así fue como asumió el cargo- en el banquillo. La cuestión a partir de este momento será saber que destino le espera.
Si bien a Romero se le presuponía la continuidad en el club, de vuelta al trabajo de cantera y con la vista puesta en la dirección de la Ciudad Deportiva de la Fundación, lo cierto es que la campaña que terminó el sábado ha generado una importante pérdida de confianza hacia el técnico dentro de la entidad. No sólo por el definitivo descalabro del primer equipo, sino también por la posición en que había dejado anteriormente al filial blanquiverde, que acabó por descender. Cuando el preparador se hizo cargo de la plantilla de Primera, el B se encontraba último y en una delicada situación que a punto estuvo de reconducir hasta buen puerto Luis Miguel Carrión pero que fue insalvable -aunque al final decidió un resultado ajeno-. Sea como fuere, el sevillano no cuenta con el apoyo que tuviera antes de esta temporada, algo que además quedó demostrado este lunes con la conclusión anticipada de los entrenamientos del conjunto califal, que se preveía continuarán hasta el jueves. Así lo aseguró el propio Romero la pasada semana, en la previa del duelo con el Éibar. Sin embargo, una vez finalizó la primera, que también resultó ser la última, sesión tras el cierre del campeonato, el Córdoba anunció a través de un escueto comunicado que caía la persiana para atender ya de manera exclusiva al nuevo proyecto.
La decisión de la entidad no sólo fue un cambio en el plan previsto, sino que al serlo así también supuso una muestra más del debilitamiento de la figura del hasta este lunes entrenador del primer equipo en El Arcángel. La pregunta es, ¿afectará esa situación a su continuidad en el club? Es hombre de la casa y así lo ha hecho ver en diversas comparecencias de prensa, cuando realizaba aquella afirmación de que el Córdoba pasaba por él y no al revés y que después utilizó también para tratar el tema de la posible falta de compromiso de los jugadores. Quizá entonces no entendiera Romero que el estrecho vínculo que mantiene con el conjunto blanquiverde pueda acabar tras una temporada horrible -la peor de toda la historia del cuadro califal-. Así, mientras se aguardan nuevos acontecimientos, habrá que esperar también qué sucederá con el técnico de La Roda, que, quién sabe, podría seguir el mismo camino que Pedro Cordero y Cándido Cardoso, primeros en abandonar los despachos del coliseo ribereño antes de iniciar la profunda remodelación del organigrama del club y de las plantillas de primer y segundo equipo -donde todavía habrá que conocer si continúa como entrenador Luis Miguel Carrión-. Por tanto, el futuro de Romero es, en este momento, incierto. Lleva más de dos décadas en el club, pero se puede quedar fuera en el juego de las sillas.
0