Dos gratos recuerdos recientes y un deseo
No es quizá el lugar idóneo para buscar la reacción. Como tampoco lo es normalmente para lograr el triunfo. Aunque en este caso la realidad es diferente en los últimos años. La visita al Rayo supone, sin perspectiva histórica de estos enfrentamientos, un reto de primer nivel para el Córdoba. El conjunto franjirrojo es líder y camina con paso firme hacia Primera, con un ascenso que pretende certificar cuanto antes. El blanquiverde, por su parte, vive en zona de descenso y está obligado a vencer para no perder más oxígeno. Más si cabe después de encadenar dos derrotas. La situación en la tabla es definitoria. Pero, ¿quién dijo miedo? En el cuadro califal confían en sus posibilidades, en su capacidad de dar un aldabonazo en Vallecas. Es un deseo que bien pudiera ser alimentado por dos gratos recuerdos recientes. Son los de las últimas ocasiones en que el equipo ahora entrenado por Sandoval hiciera acto de presencia en el estadio vallecano. Porque en ambos casos el triunfo es el resultado con el que saliera de allí.
Atendido el historial de duelos entre el Rayo y el Córdoba con el primero como local, tampoco resultaba alentador el encuentro hasta hace muy poco. Vallecas no era una plaza propicia para el conjunto blanquiverde. Como ejemplo sirvan los resultados del nuevo siglo. En la campaña 2003-04 cedió por 2-0, con Paco Jémez como central en la escuadra madrileña. En la 2009-10 cayó con estrépito, por un contundente 5-0, y un curso después lo hizo por la mínima, pero lo hizo (3-2). En este último precedente el entrenador de los vallecanos era quien hoy dirige al cuadro califal, un Sandoval que condujo de manera notable al equipo franjirrojo a Primera. Así, la última de las tres victorias que habían logrado los cordobesistas en el feudo rayista tuvo lugar en marzo de 1974. Ahí es nada. Pero casi 41 años después, en enero de 2015, la negatividad terminó en este serial de encuentros.
El Córdoba vivía su mejor etapa en Primera, categoría en la que nunca visitó Vallecas. La primera vez no pudo ser más positiva. Con Djukic al frente y después de vencer al Granada, el conjunto blanquiverde se impuso por 0-1 al Rayo. Por cierto, Paco Jémez volvía a estar presente del lado franjirrojo, esta vez como técnico. Necesitó el equipo del serbio una importante dosis de suerte, además de una gran capacidad de sacrificio y esfuerzo, para alcanzar el triunfo. No en vano, el gol llegó en propia puerta después de que Abdoulaye mandara a la red un balón lanzado por Florin. Fue suficiente para ganar. Aunque sin el trabajo en labores defensivos que realizó el cuadro califal resultó más relevante si cabe. Se trataba de mantener un resultado que permitía al Córdoba escalar hasta la decimocuarta plaza y pensar incluso en una permanencia relajada, o no tan apurada, en la elite. Después todo se torció lenta pero inevitablemente.
Tras el rápido y doloroso retorno del conjunto blanquiverde a Segunda A, hubo que esperar otra temporada para que se repitiera la visita al Rayo. Ésta se produjo en la penúltima jornada de la anterior campaña. Entonces, el cuadro franjirrojo tenía sellada su continuidad en la categoría de plata tras un difícil proceso de adaptación a Segunda A después de su descenso. Por cierto, un período de aclimatación que costó el puesto a José Ramón Sandoval. El ahora entrenador del Córdoba no tuvo un buen regreso al club con el que diera sus primeros pasos como técnico en el fútbol profesional. Por su parte, el cuadro califal necesitaba un triunfo para certificar una salvación que tenía casi atada. El empate también le podía servir. Dicho y hecho, dentro de un cierre notable de curso el equipo entonces dirigido por Carrión venció por 1-2. Los goles fueron de dos hombres que aún continúan en El Arcángel: Javi Galán y Alfaro. Está claro que los cordobesistas mantienen un idilio con Vallecas, donde esperan convertir en realidad un deseo a partir de dos gratos recuerdos recientes.
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