Un grato recuerdo que recuperar en Anduva

La realidad actual de los dos contendientes es bien diferente. No deja de ser compleja en ambos casos, como ligeramente similar es la trayectoria que conduce a ella. Son siete jornadas las que acumulan sin conocer la victoria el Córdoba y el Mirandés, que el domingo (20:00) protagonizan un duelo de necesitados a distinto nivel. Porque ahí está el desequilibrio en la pareja balanza reciente: el conjunto blanquiverde espera iniciar su reenganche a la zona de play off y el rojillo abandonar las posiciones de descenso. En definitiva, los dos equipos encaran su enfrentamiento con la obligación incuestionable del triunfo. En ese sentido, el equipo que dirige José Luis Oltra prepara el choque no sólo con la reactivación anímica del que cree en sus opciones sino con el deseo de repetir su más que positiva última experiencia en Anduva. El cuadro califal regresa a Miranda de Ebro con el grato recuerdo, que quiere recuperar, de la visita de la pasada campaña.

Escasos son los antecedentes del duelo del domingo tanto para un equipo como para el otro y grisáceos, en términos generales, para uno de ellos. Ése es el Córdoba, que en sus tres comparecencias en Miranda de Ebro sólo consiguió vencer una vez. El conjunto blanquiverde se estrenó en Anduva la temporada 2012-13, con Rafa Berges al frente, con un partido discreto en su totalidad -es decir, también por parte del cuadro local- que concluyó con un empate a cero. La nada de aquel encuentro en realidad no lo fue en el aspecto de puntuación, ya que al menos permitió sumar. Más negativa resultó la segunda visita del cuadro califal. En la campaña 2013-14, que sin embargo terminó con el ascenso a Primera, cedió de manera clara. El equipo dirigido todavía por Pablo Villa cayó por 3-1 a pesar de adelantarse en el marcador con un tanto de Armando.

La estadística era todavía más desalentadora para el Córdoba en cómputo global -con los partidos disputados en El Arcángel-, pues en sus primeros cinco duelos con el Mirandés nunca ganó. Hubo de esperar al último que hasta ahora jugó con el cuadro burgalés. Ése fue el de la antepenúltima jornada del pasado campeonato, cuando fue capaz de superar las vicisitudes para alcanzar un triunfo tan brillante como esencial. El conjunto blanquiverde, con una defensa completamente circunstancial por las bajas, dio un primer gran golpe para asegurar su presencia en el play off. Entonces venció por 0-3 (con goles de Fidel, Cisma y De Tomás) y no sólo dio un paso al frente en su lucha por estar en las eliminatorias por el ascenso -que era lo más importante- sino que selló el mejor resultado de los últimos tiempos. Aquel triunfo es aún hoy el más contundente desde que Oltra tomó los mandos de un equipo que este domingo quiere repetir celebración. Aunque sea por la mínima.