Un ascenso imparable: Antonio Blanco debuta con España
La progresión sigue sin atisbar un techo posible. El cordobés Antonio Blanco se ha erigido recientemente como una de las grandes perlas del fútbol español. Ya lo era desde hace tiempo, aunque los últimos meses han sido los más intensos de su aún breve trayectoria deportiva. Si discusión. Lo mismo que la pandemia, deportivamente hablando, ha traído consecuencias negativas en forma de irregularidad en las competiciones, aplazamientos y confinamientos continuos, también ha ofrecido una puerta de entrada a la élite profesional para nuevas figuras. Y ahí ha dado un paso de gigante el centrocampista montalbeño.
Forjado en las categorías inferiores del club de su pueblo natal y del Séneca, sin embargo, ha sido en el Real Madrid donde ha dado los pasos definitivos hacia su meteórico ascenso. Un habitual en las categorías inferiores de la selección española, con la que ha logrado incluso proclamarse campeón de Europa en sub 17 y sub 19 y subcampeón del mundo sub 17, en los últimos cursos logró asentarse en Segunda B con el Real Madrid Castilla.
A las órdenes de Raúl González volvió a seguir confirmándose como uno de los grandes valores a nivel nacional, e incluso llamó la atención de Zidane para el primer equipo. Las lesiones propiciaron un salto que tuvo lugar el pasado mes de abril, debutando en Primera División en el choque ante el Getafe. Posteriormente fue titular contra el Cádiz y Osasuna, y volvió a jugar parte del encuentro ante el Betis. En total, cuatro partidos con los mayores y 218 minutos.
Y ahora ha vuelto a revolucionar su estatus. Este rendimiento le valió para que Luis de la Fuente le convocara por vez primera con la sub 21 para la fase final de la Eurocopa. Pese a no llegar a estrenarse, los casos de Covid-19 de la absoluta hicieron que los jóvenes tuvieran que dar un paso al frente ante Lituania. Ahí llegaría el gran momento para Antonio Blanco, siendo el más joven en una convocatoria de urgencia.
Corría el minuto 54 cuando el montalbeño fue llamado para entrar al césped en sustitución de Zubimendi. España ya mandaba entonces por un rotundo 3-0, gracias a los tantos de Guillamón, Brahim y Miranda, y acabaría anotando el cuarto de la mano de Puado. Con todo, supo dejar su huella en el devenir del partido, adaptándose al pulso del mismo y sabiendo encontrar los espacios. El primer día con la absoluta, y espera que no sea el último de un ascenso imparable.
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