El Deportivo Córdoba y el fantasma del descenso
El Deportivo Córdoba no termina de arrancar en esta segunda vuelta y, con tan sólo un triunfo en las siete últimas jornadas, afronta la recta final del campeonato con la obligación de sumar prácticamente todo en las seis jornadas restantes, si bien varios de esos encuentros serán frente a rivales directos, lo que incrementa las posibilidades de lograr la permanencia para un equipo que se encuentra actualmente a ocho puntos de la zona de salvación.
El último tropiezo de las cajistas tuvo lugar el pasado sábado en la pista del Roldán B (5-1), en un choque en el que la guardameta Ana Dolores Rodríguez, titular frente al filial naranja, destacó que hubo mucha diferencia con respecto al duelo disputado en la ida del campeonato regular. “Hemos puesto el corazón y, aunque hayamos perdido, no ha faltado actitud ni pelea, así que, me quedo con eso”.
En el plano individual, la jugadora pacense admitió el aprendizaje de la temporada. “Me puedo sentir orgullosa de esta temporada independientemente del resultado y de cómo quedemos. En cuanto a juego, es verdad que mi forma de ser en pista es diferente a cómo me veo en los entrenamientos, pero aunque disfruto de pocos minutos, creo que se va viendo esa seriedad y esa concentración, pero ya digo que para mí, cada minuto que me dejan jugar, es un privilegio, y trato de aprovecharlo lo máximo posible, aunque sea poco”.
En cuanto a la situación actual que está atravesando el conjunto califal, Ana reconoció la existencia del descenso. “El caso es si huyes del fantasma o te enfrentas a él, y eso es lo que vamos a intentar y tirar para adelante, no vamos a ir para atrás en ningún momento. La realidad es que estamos muy lejos de donde queremos ir, pero si no se lucha, nunca se sabe y siempre hay un porcentaje de supervivencia, y hay que luchar por eso porque la esperanza es lo último que se pierde”.
Habrá que esperar hasta dentro de diez días la siguiente cita de las jugadoras de Salvador Chía, que este fin de semana descansan, una circunstancia sobre la que Ana Rodríguez apuntó como “una lucha mental”. “Va a ser una semana de enfrentarnos a nuestra mente y plantearnos '¿se puede o no se puede?', y dependiendo de cómo lleguen nuestras cabezas en dos semanas, llegaremos nosotras, y es importante pensar y volver con todo lo mejor que somos”.
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