Fin de curso: aprobado con nota
El capítulo final, una derrota por 2-1 ante el Granada B, no afea la buena temporada del filial del Córdoba, que consiguió el objetivo de la permanencia en Segunda B tras una brillante reacción en las últimas jornadas coincidente con la llegada al banquillo de Jorge Romero. Fue el tercer técnico de la temporada, después de iniciarse el baile con la promoción de Luis Miguel Carrión al primer equipo para cubrir la plaza del despedido José Luis Oltra. Después llegó Sanz, con el que no arrancó el grupo, y finalmente se puso en el banquillo Herruzo por cuestiones burocráticas mientras Romero, el artífice de la revolución, dirigía durante la semana y observaba los banquillos desde la grada y con el móvil en la mano. Sea como fuere, todo terminó del modo deseado. Salvación en el año del retorno de Tercera División y, además, promoción de futbolistas para el primer equipo. A lo largo de la temporada, además del ascenso del entrenador, llegaron al plantel de Segunda hombres como Vera, Quiles, Moha, Esteve, Sebas o Javi Galán, ya plenamente integrado este último en los planes de Carrión.
En un intrascendente partido en Los Cármenes, el filial blanquiverde plantó cara con una formación en la que destacó la entrada de varios juveniles. Romero alineó a Pedro Luis, Alberto, Soler, Roser, Mena, Jordi Ortega, Kevin, Sebas Moyano, Vera, David Moreno y Víctor Díaz, entrando después Samu, Esteve y Borja Estepa. Los locales se adelantaron a la media hora y poco antes del descanso puso el empate el juvenil Alberto. En una lánguida segunda parte, sin apenas ocasiones, el Granada B terminó llevándose los tres puntos gracias a un gol de Dani a falta de poco más de veinte minutos. El marcador no se movió más y el Córdoba B puso fin al curso 16-17 con un aprobado muy alto.
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