La unión entre el vestuario y el cuerpo técnico del Córdoba CF
Es algo que ha faltado desde que años antes de descender a Segunda División B. Un proyecto en un club deportivo es básicamente los cimientos para poder crecer en los últimos años, ya que vivir únicamente pensando en el presente hace que el conformismo sea el principal protagonista, haciendo que el crecimiento brille por su ausencia. Cosa que ha sucedido en un Córdoba CF que siempre se había hablado de salvación o ascenso, pero nunca se había puesto una piedra de anclaje para conseguir los diversos objetivos propuestos en un plazo más largo de tiempo. Desde que Infinity aterrizó en la capital califal, esta forma de trabajar se instauró en las oficinas de El Arcángel, pero hasta esta temporada había faltado el feeling fundamental entre vestuario y cuerpo técnico.
En verano había decisiones más que controvertidas que causaban muchas dudas en la parcela blanquiverde, como la composición de la plantilla o la propia elección del líder del banquillo califal, más aún después de la debacle sufrida con Germán Crespo, técnico que se ganó la confianza de la dirección deportiva, pero que, finalmente salió por la puerta de atrás del Córdoba CF tras no saber manejar el vestuario justo antes del mercado invernal del primer año de la entidad cordobesa en Primera RFEF. Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón a una comisión deportiva que acertó de lleno en la decisión de Iván Ania.
El paso de las jornadas ha hecho que el Córdoba CF salga fortalecido en la principal debilidad de su pasada temporada en la categoría de bronce del fútbol español y eso es en la regularidad. La entidad blanquiverde ha cosechado únicamente una derrota en los últimos 16 encuentros, siendo nuevamente el mejor equipo en las cinco fechas pasadas por delante de equipos como Recreativo de Huelva, Málaga CF, Ibiza o Castellón, por lo que ha ascendido hasta la tercera posición del Grupo II y ha incrementado su distancia con el límite del play off. Lo mejor de todo ello es que la parcela califal ya sabe cómo responde el equipo ante situaciones límite como las originadas por lesiones o sanciones, además de rachas negativas como las vistas durante el principio de la temporada, con aquella dinámica de tres derrotas en los cuatro primeros choques.
A pesar de que esta unión se haya hecho efectiva desde principios de temporada, todo puede cambiar de una jornada a otra. Es lo que trae consigo el fútbol, pero lo que es cierto es que el día a día del vestuario es totalmente diferente, tal y como admitió Kike Márquez tras el encuentro frente al Atlético de Madrid B. El capitán del barco blanquiverde, sin ánimo de entrar en ninguna polémica o salseo, recalcó la buena sintonía que el vestuario califal tiene tanto con Iván Ania como con el cuerpo técnico, demostrando que el equipo “quiere”, que “puede”, por lo que irán a Ceuta en busca de sacar los puntos. Sin embargo, la calma tiene que llegar al entorno cordobés en cuanto a conseguir el objetivo se refiere, más aún después de un año pasado donde también “se sacaban muchos puntos”, entonces “piano a piano”.
La continuidad en el juego de Kike Márquez
En el lado más personal, el jugador sanluqueño crece con el paso de los minutos efectivos, cosa que ha demostrado en las dos últimas victorias del Córdoba CF donde fue fundamental, consiguiendo, incluso, un gol de cabeza, algo no muy usual, pero que llega “todos los años” estando seguro de que “no será el último”. “No soy un rematador de cabeza, pero con el paso de los años vas tomando esa experiencia, siendo un delantero más y mi intención era irme al segundo palo y lógicamente solo he puesto la cabeza tras el centro medido de Carracedo”, ha añadido un Kike Márquez que recalcó la dificultad del encuentro después de saber los resultados de sus rivales más directos. “Es el típico partido que engaña pero la verdad es que la victoria ha sido sufrida, que nos ha puesto las cosas difíciles y la alegría, entonces, es doble”.
Por otro lado, la competencia para conseguir la titularidad siempre “viene bien” y no es esconde a la hora de alabar las virtudes de Kuki Zalazar. “Yo intento ayudar a todos y también aprendo de Kuki. Me gusta mucho como juega Kuki porque me veo reflejado y siempre intento ayudar a todos los compañeros. Lo importante es conseguir la victoria”, ha apuntado un capitán blanquiverde que ha alabado el trabajo de sus compañeros no solo en la última victoria, sino que durante toda la temporada. “Yo creo que durante las 23 jornadas ha demostrado el equipo que es solidario aunque no salga bien el partido. El grupo tiene una garra tremenda y la calidad también está haciendo que el juego sea muy bueno. El futbolista en sí da su mejor versión por el grupo”, culminó.
0