Un punto sin pólvora
Comenzaba el particular tourmalet del Córdoba en la recta final del 2021. Por caprichos del destino, para la última semana del año quedaba el que posiblemente sea el tramo (ajeno a lo meramente deportivo) más complejo para la plantilla blanquiverde, que debía recorrer más de 3.000 kilómetros en apenas cuatro días. En efecto, Ceuta y Mensajero son las últimas paradas del conjunto de Germán Crespo, por lo que el gran reto estaba en sobrellevar bien esa carga para poder finalizar el año de la mejor forma posible. Además, el plantel iba a afrontar su primer desafío en suelo norteafricano con numerosas bajas, ya que el técnico granadino no iba a poder contar con las conocidas ausencias de Bernal, Meléndez, Samu y Ekaitz por lesión, además de Simo y Antonio Casas por diferentes cuestiones de salud. Todo lo cual influyó en un rendimiento que, si bien dispuso de numerosas oportunidades para alcanzar el triunfo, estuvo (otra vez a domicilio) lejos del brillo de otros días.
Sea como sea, lo cierto es que todos esos condicionantes pasaron factura a la plantilla cordobesista, que se vio mermada en lo físico desde los primeros compases del partido. Aún así, a pesar de la situación, fue el Córdoba el más atrevido en la puesta en escena, mostrándose entonces muy activo por banda derecha, con Puga demostrando una excelente verticalidad. De hecho, de los pies del lateral salió un centro para Willy que supuso la primera ocasión del partido, aunque el remate del delantero se marchó por encima de la meta defendida por Mantagud.
Esa primera oportunidad dio paso a un periodo completo de igualdad en los siguientes minutos, ya que el Ceuta comenzaba también a ganar terreno. Pero el choque seguía sin contabilizar oportunidades claras de gol. Una pelea sin brillo. De trabajo en la zona media del terreno de juego, y de construcción (y destrucción) continua. Pero los visitantes, al menos hasta el momento, estaban demostrando su condición de favoritos, con una picardía más efectiva en la zona de ataque. Así, el segundo acercamiento de peligro estuvo de nuevo a punto de sorprender a la zaga ceutí. El mismo llegaría al cuarto de hora y, en contraposición al anterior, por la banda izquierda. No obstante, de nuevo acabó en un remate poco ortodoxo de Willy que se marchó alto.
El físico comenzaba a lastrar a ambos equipos, y esa falta de ritmo la aprovecharon los locales para asumir más control de la situación. Fue en el ecuador del primer acto cuando el Ceuta comenzó a acumular también ocasiones de peligro, como la que se produjo en una jugada a balón parado tras un saque esquinado de falta. Y es que precisamente en jugada ensayada fue desde donde pudo hilvanar mayor incidencia ofensiva el equipo de Chus Trujillo, aunque lo cierto es que ninguna de sus ocasiones iba a poner en serios apuros a Carlos Marín. Entre más intentos fallidos y falta de claridad en los últimos metros se iba a llegar al tiempo de asueto. 45 minutos cumplidos y todo estaba completamente abierto. También quedaba mucho por mostrar.
El guion continuó siendo similar tras el paso por vestuarios. El Córdoba seguía dominando el ritmo y ponía la insistencia en las ocasiones. Al tiempo, el Ceuta aguantaba atrás, sin desgastarse mucho dada la lenta circulación que ofrecían los blanquiverdes. Fue a partir del 50' cuando se vivieron los momentos más verticales de los visitantes. En primer lugar con una oportunidad de Miguel de las Cuevas, que falló en boca gol tras una gran dejada de Luismi. El alicantino se plantó solo en el área pequeña, aunque su potente golpeo no encontró portería. Pero también el Ceuta iba a querer ofrecer peligro arriba, y tal que así se produjo con un remate de cabeza de Tellis, aunque éste se marchó ajustado al palo de la portería blanquiverde. El intercambio de golpes se sucedía, y el Córdoba estaba perdonando mucho, ya que en la siguiente jugada dispuso de otra oportunidad franca, en esta ocasión en los pies de Luismi. El plasentino no estuvo rápido en la definición de su mano a mano con el meta Montagud, y la zaga ceutí logró evitar el tanto del extremo. El asedio en esos momentos era total por parte de los de Crespo. Fuentes, en el 62', probó fortuna al recoger un balón colgado a la espalda de la defensa. Sin embargo, su fuerte disparo tampoco encontró la dirección entre los tres palos. La fortuna no estaba del lado del Córdoba en la zona de ataque, y la polémica surgió también atrás. Y es que el Ceuta pidió pena máxima por una posible mano de Bernardo, aunque el colegiado decretó que no había ocurrido nada punible.
Los últimos minutos fueron frenéticos y cualquier cosa podía ocurrir en ambas áreas. El partido estaba roto y los dos conjuntos decidieron irse con todo arriba en busca del mayor botín posible. Pesaba más la ambición que la seguridad de la recompensa compartida. Y buena muestra de ello dio el conjunto local, que sembró el pánico en la plantilla cordobesa, con una jugada al contraataque que desembocó en un verdadero paradón de Carlos Martín (y posterior toque al palo fortuito) tras un gran golpeo ajustado de Benji. No sería para nada tranquilo el desenlace, que se saldó incluso con una doble expulsión en las filas locales (una en el césped y otra en el banquillo) tras una durísima entrada sobre Puga. Al final, para los dos, todo se iba a decidir con un punto y gracias, en una mañana sin pólvora y que vuelve poner en entredicho la capacidad califa lejos de El Arcángel.
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