El límite salarial vuelve al Córdoba CF en Segunda División: ¿qué es y cómo se aumenta?
La típica pregunta de: “si un jugador quiere cobrar lo mínimo pero ha tenido un contrato muy alto, ¿por qué no puede venir al Córdoba CF? ¿Qué es eso de que el club tenga un límite económico para inscribir a unos u otros?” El fútbol profesional dista mucho de lo que los aficionados cordobesistas han visto en Primera RFEF e incluso han cambiado una serie de cosas desde la última vez que la entidad blanquiverde pisó la Segunda División hace cinco años. Uno de los principales puntos que sí que recordará el entorno califal desde la temporada 2018-19 es el famosísimo límite salarial, pero, ¿qué es exactamente?
Y es que el límite salarial es una norma a cumplir por los clubes de fútbol, impulsada por LaLiga para las entidades que están compitiendo actualmente en Primera y Segunda División, que tiene como objetivo garantizar su solvencia. Ahora bien, el organismo federativo computa dentro de este límite “salarios fijos y variables, seguridad social, primas colectivas, gastos de adquisición (incluidas comisiones para agentes) y amortizaciones (importe de compra de los jugadores imputado anualmente en función del número de años de contrato del jugador”.
Tal y como se ha mencionado anteriormente, el objetivo que tiene LaLiga con esta medida es que los equipos de las dos primeras divisiones nacionales hagan gastos astronómicos y que puedan comprometer la economía, tanto de los mismos como de las competiciones. Ahora bien y por otro lado, los clubes no tienen como obligación consumir este tope en su totalidad, además de que tampoco se les impone que máximo, sino que cada uno elige la cantidad que considera oportuna para que se ajuste al presupuesto previamente fijado durante la temporada anterior.
Por otro lado, ¿cómo se calcula el límite salarial? Este es uno de los puntos que más controversia crea entre los aficionados de un equipo u otro por la cantidad de dudas que presenta. Y es que, por un lado, LaLiga registra, en primera instancia, los beneficios que trae consigo los patrocinadores, la campaña de abonados, derechos televisivos, ingresos por explotación, publicidad dentro del recinto deportivo y, como era de esperar, la venta de los jugadores de la primera plantilla. Aunque, la parte que no gusta tanto a las entidades es la de gastos, que ahí entran los fichajes, amortizaciones, personal no deportivo, variaciones, gastos de explotación y provisiones.
Una vez compilados estos datos, la diferencia entre ingresos y gastos de estructura es vital para la calculación de un límite que, en el caso del Córdoba CF y los demás recién ascendidos a Segunda División, suele rondar los cinco millones de euros, aunque, como es digno de recalcar, este tope puede aumentar con el paso de los meses o incluso apenas semanas.
La verdad que en este sentido hay una línea muy clara: aumentar los ingresos en los aspectos anteriormente mencionados. Es por ello que el Córdoba CF, por ejemplo, tendrá una oportunidad muy grande en la campaña de abonos, ya que es uno de los puntos más importantes para desarrollar la cifra del límite salarial. Por otro lado, las posibles ventas futuras de jugadores, los ingresos por televisión, nuevos contratos de publicidad o incluso aportaciones que puedan hacer los propietarios a través de ampliaciones de capital también son opciones a tener en cuenta por todos los clubes.
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