Castellón - Córdoba

Iván Ania y su charla al descanso: “Apelé al alma, al espíritu y al orgullo”

A veces, cuando el fútbol no aparece, la solución está en el corazón. Esa fue la receta que aplicó Iván Ania en el vestuario de El Arcángel para transformar a un Córdoba CF “sin alma” en un equipo capaz de firmar una remontada épica para el primer triunfo de la temporada. El técnico, muy duro con la “realmente mala” primera parte de los suyos, ha desvelado en rueda de prensa que su charla al descanso fue directa a lo intangible: “Apelé al alma, al espíritu y al orgullo”, una arenga que provocó una reacción inmediata para conseguir la primera y vital victoria de la campaña.

“Hicimos una primera parte realmente mala, sin alma ni espíritu”

“La valoración es positiva porque conseguimos la primera victoria, que siempre es difícil, y teníamos que hacer bueno el punto de Valladolid. Dicho esto, hicimos una primera parte realmente mala: sin fútbol, sin alma, sin energía ni espíritu. En la segunda parte tuvimos un equipo totalmente distinto, presionante, pero sin mucho fútbol. El balón quema, pero tuvimos empuje y ganas. No les permites hacer su juego, eres más agresivo en disputas y ganador de duelos. Los cambios nos mejoraron y, sobre todo, la intencionalidad de ir hacia adelante. Tuvimos esa capacidad de reacción, pero hicimos una mala primera parte y una buena segunda. En el descanso apelé al alma, al espíritu, al orgullo; a lo que tienes que llevar dentro cuando ves que las cosas no salen bien en lo técnico. Por lo menos, que seas intenso y saques el orgullo”.

El balón, más un problema que un “amigo”

“Necesitamos quitarnos el miedo, estamos miedosos. El otro día en Valladolid lo mismo. Somos un equipo que entrenamos toda la semana un tipo de fútbol que no estamos haciendo, el balón nos está quemando. Cuando nos ponemos por delante tenemos que tener el balón, no hacer del partido un ida y vuelta. Entiendo que veníamos de dos derrotas y un empate, pero necesitamos encontrar nuestra identidad, que no es la de la primera parte. En la segunda somos un equipo reconocible en cuanto a presión e intensidad, pero necesitamos tener más fútbol y pie, y no jugar tan directo. En muchos momentos creo que el balón hoy no fue un amigo, sino un problema, y eso en muchos partidos no te va a dar la victoria”.

De la lesión de Pedro Ortiz a la mala primera mitad

“Pedro notó algo en el cuádriceps de un golpe. No sé si es una rotura, después del golpe se le había adormecido la pierna. Pero tampoco estábamos bien con él en el campo. Realmente, la primera parte fue mala en todos los aspectos, jugamos muy lentos. Ellos hicieron el gol y dieron un paso atrás, pero no generábamos ventaja. Tuvieron alguna opción de poder haber hecho alguno más, pero tuvimos la suerte de solo encajar uno y estar en el partido. De la primera parte se sacan pocas cosas positivas”.

“No conozco a ningún jugador que rinda si la afición le pita”

“(Sobre los pitos a Marín) Está claro, es mejor que te aplaudan a que te silben. No conozco a ningún jugador que rinda pitándole la afición. A veces nuestra propuesta genera nerviosismo, porque esperas a que salte un rival para encontrar el hombre libre. Hoy no saltaban y teníamos que jugar, y eso nos daba un ritmo lento, un partido cansino, y el público se puso nervioso porque íbamos perdiendo. Hubo alguna pérdida por dentro que genera dudas, pero creo que en la segunda parte apenas tuvo que participar”.

La mejor defensa, un buen ataque

“Soy más partidario en los últimos minutos de apretar para ahogarles la salida. Si te metes atrás, no somos un equipo que se sienta cómodo en bloque bajo. Si les das el balón, es difícil que no haya nadie solo en el área porque llegan con muchos. Preferimos ir más altos, ahogarles el inicio, y si tienen que jugar directo, que lo hagan, pero no meternos atrás y darles la iniciativa. Es la idea que tengo siempre. Hoy no sufrimos excepto algún centro lateral, pero Marín no tuvo que intervenir apenas en la segunda parte”.