Dr. Jekyll y Mr. Hyde en El Arcángel: un Córdoba CF que ilusiona y desespera en el mismo partido
Si el que lee estas líneas es aficionado del Córdoba CF, probablemente termine los partidos con una mezcla de orgullo y desesperación, con ese sabor 'agridulce' tan repetido últimamente. El equipo ha convertido la irregularidad en su seña de identidad en este arranque de temporada, capaz de firmar minutos de un aspirante al ascenso y tramos de un colista en un mismo encuentro. Esta bipolaridad deportiva, este transformarse de Dr. Jekyll a Mr. Hyde sin previo aviso, se ha convertido en el gran rompecabezas para Iván Ania y en un dilema para una afición que ve potencial, pero sufre con la fragilidad de su equipo.
La versión más oscura del equipo, ese temible ‘Mr. Hyde’, ha aparecido con una frecuencia preocupante. El ejemplo más reciente fue la primera mitad en Anoeta ante la Real Sociedad B, que podría ser calificada como los peores minutos de la temporada hasta el momento. Durante 45 minutos, el equipo fue plano, superado y frágil, encajando un gol a balón parado tras varios avisos previos. Esta imagen recordó a la dolorosa derrota en Andorra, donde el equipo también se vio superado con claridad. Es una cara que el propio Ania define como un “regalo de 45 minutos” en el que al equipo le “puede el ritmo del partido” y “concede muchísimo”.
Pero cuando todo parece perdido, emerge el ‘Dr. Jekyll’. Un Córdoba valiente, intenso y vertical que sí ilusiona. En la segunda parte en Anoeta, liderados por un estelar Dalisson, el equipo reaccionó, empató y pudo incluso ganar el partido. Esta capacidad de reacción es la misma que le permitió levantar un 0-2 en contra para sumar un punto de fe ante el Racing de Santander, al igual que ocurriese con la remontada contra el Castellón. En estos tramos de buen juego aparecen los héroes individuales, como el propio Dalisson, que pide paso a base de goles y desborde, o un Iker Álvarez que se ha ganado la titularidad con paradas decisivas, como su debut contra el Racing o el penalti que detuvo ante la Real Sociedad B y que mantuvo vivo al equipo.
En la búsqueda de explicaciones a esta doble cara, Iván Ania apunta a varios frentes. Por un lado, una cuestión mental, como reflejó en la previa del duelo ante el Racing al pedir a los suyos “perder el miedo a fallar y recuperar la confianza”. Por otro, desajustes tácticos como los que admitió en el descanso de Anoeta, cuando afirmó que el centro del campo “estaba totalmente perdido” antes de reestructurarlo con un triple cambio que mejoró al equipo. El resultado de esta intermitencia es una evidente falta de eficacia, un problema que el técnico ha reconocido abiertamente, y que podría estar en la falta, por ahora, de un sutituto claro a una baja muy dolorosa: Álex Sala.
Esta irregularidad tiene consecuencias directas en la clasificación. Tras las primeras cinco jornadas, el Córdoba CF se encuentra en la zona baja de la tabla, en penúltima posición. El balance es un reflejo fiel de su juego: una sola victoria, un empate y tres derrotas, con un diferencial de goles negativo de ocho a favor y doce en contra, condenándolo así, irremediablemente, a un puesto de descenso. De hecho, el farolillo rojo apenas se sitúa ya a un punto. Son cifras que demuestran que los buenos momentos no están siendo suficientes para compensar las desconexiones, dejando al equipo con solo 6 puntos de 21 posibles.
Así, el cordobesismo vive instalado en la incertidumbre. La versión ‘Dr. Jekyll’ del equipo demuestra que hay plantilla y mimbres para competir contra cualquiera, pero la alarmante frecuencia con la que aparece ‘Mr. Hyde’ frena cualquier intento de despegue y genera una frustración palpable. La gran pregunta que se repite cada semana en la previa de cada partido es siempre la misma: ¿qué Córdoba veremos esta vez?
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