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Dalisson, un faro de esperanza en la irregularidad del Córdoba CF

El empate del Córdoba CF en Anoeta dejó, una vez más, un sabor de boca agridulce. El equipo volvió a mostrar sus dos caras, regalando una primera parte y siendo incapaz de pasar del empate ante un rival de la zona baja. Fue otro tropiezo en el camino, dos puntos perdidos que evidencian la irregularidad del conjunto blanquiverde, que sigue sin dar con la tecla para conectar 90 minutos de buen juego. Pero, entre la niebla de un rendimiento colectivo de nuevo insuficiente, emergió una figura que brilló con luz propia y que se ha convertido en un motivo para la esperanza: Dalisson de Almeida. El brasileño no solo rescató un punto con su primer gol como profesional, sino que se erigió como el líder de la reacción y la única gran noticia positiva de una tarde gris.

Y es que la irrupción de Dalisson en el descanso transformó a un Córdoba que hasta entonces había sido un equipo plano, predecible y superado por el filial donostiarra. Con el 1-0 en contra, el extremo saltó al césped y se adueñó del ataque. Aportó descaro, verticalidad y un hambre que contagió al resto. Cada vez que el balón pasaba por sus pies, daba la sensación de que algo podía ocurrir. Se convirtió en el faro ofensivo, en el único jugador capaz de desequilibrar y generar peligro real sobre la meta rival, una actuación que él mismo enmarcó en un esfuerzo colectivo: “Al igual que yo, los demás que salimos del banquillo también salimos muy bien y eso fue lo que nos hizo ganar energía para empatar el partido”.

El premio a su insistencia llegó en el minuto 75 y no fue un gol cualquiera. Tras recibir un gran pase de Isma Ruiz, el brasileño no se lo pensó. “Controlo y tiro rápido con la zurda”, explicó con sencillez tras el partido. Un latigazo seco al palo corto que no solo significaba el empate, sino que era su primer tanto en el fútbol profesional, un momento que tuvo una dedicatoria muy especial: “Pensé en mucha gente, pero sobre todo en mi familia: en mi madre, que es una luchadora nata; en mis hermanos y en todos mis amigos de Cantabria”.

Su estelar actuación en Anoeta es un claro mensaje para Iván Ania. Dalisson está llamando con fuerza a las puertas de la titularidad. Él mismo lo reconoce, afirmando que todos trabajan “para ser titulares”, aunque reivindica que los jugadores con menos minutos están “muy preparados para participar más”. Además, ofrece una polivalencia que es oro para el técnico, ya que, como él mismo asegura, se siente cómodo en cualquier frente del ataque. En este caso jugó por la izquierda, aunque en pretemporada ya se le ha visto también por dentro, con un rendimiento igualmente bueno: “Tanto me da jugar en la izquierda, de interior, de mediapunta o en la derecha”.

En definitiva, aunque el punto sumado en San Sebastián se antoja insuficiente para las aspiraciones del Córdoba, la irrupción de Dalisson podría considerarse como una victoria en sí misma. Tras su lesión en un tramo clave de la pretemporada, su energía, calidad y ambición son justo lo que necesita un equipo que, como reconoció el propio jugador, a veces sale “un poquito dormido”. Hay recursos en el banquillo, como el propio Dalisson y otros que también llaman a la titularidad como Adri Fuentes. Iker Alvarez también ha aprovechado su oportunidad. Y así, poco a poco, Ania va ajustando aún más su equipo en busca de encontrar ese once definitivo con el que, a pesar de los resultados, la afición se aferre a un hilo de esperanza futura.