Caer con la cabeza alta, el primer paso para el resurgir del CBM
El Córdoba Balonmano certificó hace unas semanas su descenso a Primera Nacional, tras caer en casa frente al Torrelavega. Un fin de curso amargo en el que la inestabilidad ha ido siempre de la mano de la entidad granate. No obstante, los valores de entrega, lucha y compromiso han estado presentes siempre en la plantilla dirigida por Jesús Escribano, tanto en las buenas como en las malas. No hay partido, por adversa que fuera la situación y complicado el rival, que el CBM no llegara al minuto final habiéndolo dado todo. Una caída con la mirada puesta ya en el regreso. Un tropiezo con la cabeza bien alta, el primer síntoma de la imperiosa voluntad de volver al sitio que les pertenece.
La entidad cordobesa ha cerrado el curso en División de Honor Plata en la décimo cuarta posición, con un balance de 9 victorias, 1 empate y 20 derrotas, para un total de 19 puntos, es decir, seis menos que el primer club que marca la salvación, el Viveros Herol BM Nava. Asimismo, lo granates han finalizado con tan solo 806 goles encajados, siendo el equipo que menos tantos recibe de entre los cuatro últimos de la tabla. Un dato que reafirma la entrega de la plantilla en cada partido, donde la pugna por cada balón era la seña de identidad de todos los jugadores cordobeses.
El objetivo a partir de ahora estará en regresar a la segunda máxima categoría, y ya se han puesto manos a la obra. De hecho, el proyecto ya ha visto la llegada de una de sus primeras incorporaciones, el internacional puertorriqueño Jorge Nazario Santiago. El jugador estuvo a prueba durante tres meses con el Córdoba Balonmano, y finalmente fue cedido al BM Pozoblanco, donde ha cumplido con creces las expectativas. Asimismo, han asegurado la continuidad del guardameta Ramón Fuentes, sin duda, uno de los pilares del vestuario califal. Un primer paso para su regreso. Una vuelta con el orgullo intacto.
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