El Bball Córdoba se abona a los finales de alta intensidad

Adrian Bowie, con 26 puntos y canastas en los momentos decisivos, lidera al equipo en la victoria en Vista Alegre ante el Andújar (84-80)

Fiel a su norma en la presente temporada, el Bball Córdoba ofreció emoción hasta el último segundo. En un partido vibrante ante el Montajes Rueda Andújar, que nunca se rindió, el equipo de Manuel Jiménez “Júnior” enganchó su segunda victoria consecutiva en el Palacio de Deportes Vista Alegre y se ganó el aplauso de los aficionados. Fue un partido extraño, jugado a tirones por parte de ambos equipos. Ambos expusieron lo mejor de su repertorio, pero también enseñaron su peor cara en la misma tarde. Pudo ocurrir cualquier cosa en un duelo que se volvió embarullado y que terminó decidiendo el talento individual. Y en ese terreno tiene mucho que decir Adrian Bowie. Y lo dijo. Acabó con 26 puntos en su casillero y de su mano salieron los tiros determinantes en los últimos dos minutos, que resultaron de una increíble tensión. El fino escolta de Maryland terminó aclamado por sus propios compañeros, que reconocieron su liderazgo.

En el primer cuarto, el Bball impuso su ley de salida con una fuerte defensa y se colocó con 17-9. Sin embargo, el Andújar reaccionó bajo la guía del joven Ángel Vázquez, quien puso dinamismo y contagió a los jugadores de Carlos Cardeñas. Después de un 1-12 de parcial, gracias a la captura de varios rebotes de ataque, el Andújar logró su mayor ventaja de todo el partido (18-21). En el segundo cuarto, el Bball dio un paso al frente. Tras la tercera falta de Pedro Romera, que con sus 2’08 estaba haciendo daño en la zona, el Bball se aferró al corazón de Tasio para reparar los daños y marcharse al intermedio con cuatro puntos de renta (39-35).

La segunda parte tuvo un desarrollo extraño. El Bball fue mejor desde el comienzo. Mucho mejor en algunas fases. Con un juego muy solidario en defensa y aportación de todos en ataque, desarboló por completo al Andújar en una fase de inspiración total. Gama, Luis, Duanys, De Torres… Todos contribuían para secar al Andújar, que no encontraba a Suka. Sólo Ángel Vázquez y Rafa Ramos mantenían un pulso que ganaba con claridad el Bball. Tras cerrar el tercer cuarto con 65-55, la salida del cuarto le llevó a un 73-55. Dieciocho puntos de diferencia que ejercieron un efecto pernicioso, pues los locales sintieron que aquello se había terminado y el Andújar lo aprovechó.

Sin nada que perder, sus jugadores se lanzaron a la desesperada. De un 10-0 a un 0-10. Con 73-65, Júnior pidió tiempo muerto. Pero la hemorragia no se paraba. Con el Bball metido en un embrollo, el partido entró en una fase de locura colectiva. De esas prisas sacó mejor partido el Andújar, que entró en el último minuto con 80-77. Los últimos sesenta segundos fueron un carrusel de tiros libres en las dos canastas. Y ahí estuvo la mano de Adrian Bowie, que encestó los últimos cuatro sin fallo. Dos con 80-79 a 13 segundos del fin y otros dos con 82-80.  El Bball engarzó su segunda victoria consecutiva en Vista Alegre y deja su balance liguero en 4-5, mientras que despega a un Andújar que se queda con 2-7 en la parte baja.

FICHA TÉCNICA

BBALL CÓRDOBA, 84 (20+19+26+19): Antonio Carlos Fuentes (6), Tasio Vázquez (7), Adrian Bowie (26), Pepe Varo (3), Jesús Gama (6) –cinco inicial-, Sergio Vega, Luis Rodríguez (4), Duanys Porto (5), Arturo López (9), Fernando de Torres (3), Antonio Cabrera y Javi Franco (15).

MONTAJES RUEDA ANDÚJAR, 80 (21+14+20+25): Daniel Muñoz (5), David Suka (10), David Cespedosa (4), Rafael Ramos (16), Antonio J. García (14) –cinco inicial-, Ángel Vázquez (17), José Manuel Raya (8), Antonio Boiso, Pedro Manuel Romera (6), Mario Cespedosa y Francisco Castilla.

ÁRBITROS: Castillo Morales y Hurtado Almansa. Eliminado por cinco personales: David Suka.

INCIDENCIAS: Unos 600 espectadores en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre, en partido correspondiente a la novena jornada de la Liga EBA Grupo D. El ex jugador y actual entrenador Antonio Franco ganó la Canasta Arteoliva, al encestar desde el centro del campo, logrando su peso en litros de aceite.