Win Mertens: menos es más en el Gran Teatro
No necesita mucho más que un piano y un violín Win Mertens para llegar al corazón. Quizá con un piano le baste. Pero el aclamado compositor, escritor e intérprete belga, es tan inteligente como para apoyarse en el talento joven, en este caso de la violinista Liesbeth Baelus.
Baelus y Mertens han protagonizado el concierto con el que el músico, uno de los padres del minimalismo, ha querido celebrar 40 años de carrera, desde 1980 hasta este 2020. Toda una trayectoria que se recoge en el recopilatorio Inescapable, un denso trabajo de arqueología que resume en cinco horas cuatro décadas de carrera.
Mertens estaba llamado a presentar este trabajo de manera más ambiciosa, con un ensemble que incluía quinteto de cuerdas. Es, al menos, la formación con la que lo llevó a principios de año a algunos teatros de España. El coronavirus ha obligado a reducir la compañía, aunque no así la emoción ni la intensidad.
De esas dos cualidades va sobrada la música del maestro belga, que mantiene intacta su capacidad de crear atmósferas mágicas a partir de patrones repetitivos que van mutando a cada compás. Todo ello sin olvidar su capacidad melódica, presente en sus composiciones clásicas -Maximizing the audience, Close Cover o Struggle for Pleasure- y en las nuevas que recoge su último disco The Gaze of the West.
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