'The Guardian' compara la cristianización de la Mezquita Catedral de Córdoba con la islamización de Santa Sofía en Estambul
The Guardian, uno de los periódicos más leídos e influyentes del mundo, ha publicado una columna del ensayista Kenan Malik en el que se compara la gestión de los dos grandes monumentos que son símbolos del diálogo entre religiones: la Mezquita Catedral de Córdoba y la Catedral Mezquita de Santa Sofía en Estambul. Malik, británico de origen indio, compara el proceso de cristianización del monumento cordobés con el de islamización del edificio turco. Ambos han sido declarados Patrimonio Mundial por la Unesco y están considerados como lugares únicos en el mundo.
Así, la columna del periódico británico, el noveno más leído online a nivel mundial, se hace eco de la última denuncia de la plataforma ciudadana Mezquita Catedral de Córdoba. El centro de recepción e interpretación de la Mezquita Catedral de Córdoba que la Iglesia católica ultima en el Palacio Episcopal persigue entre sus objetivos “acabar con el reduccionismo cultural de la Córdoba islámica”. Así lo reconoce expresamente el propio Obispado en su proyecto de reforma del Museo Diocesano que figura en el expediente administrativo presentado ante la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) y que ha difundido la propia plataforma.
Malik, que nombra directamente al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, compara esta decisión con la que en el gobierno de Turquía presidido por Erdogan tomó en el año 2020: devolver el culto islámico a Santa Sofía y cubrir, durante la oración, los mosaicos bizantinos de la antigua catedral. Desde los años 20 del siglo XX, cuando nació el moderno y laico estado de Turquía, Santa Sofía fue un templo ecuménico en el que no se practicaba ninguna religión. Fue “la culminación de una larga campaña impulsada por musulmanes conservadores y respaldada por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan. Restaurar su estatus como mezquita ayuda a reforzar para el gobernante partido islamista AK un sentido de los cimientos musulmanes de la Turquía moderna”, detallaba el ensayista británico en su columna.
En el caso de Córdoba, tras la denuncia de la plataforma no ha habido reacción alguna. La propuesta del centro de recepción e interpretación de la Mezquita Catedral sigue en la Gerencia Municipal de Urbanismo a la espera de su aprobación definitiva. El Obispado, en el expediente consultado y divulgado por la plataforma ciudadana, justifica la “necesidad de rediseñar todo el espacio” del Palacio Episcopal tras constatar que Córdoba se encuentra “marcada con una etiqueta cultural muy potente: la de ciudad musulmana”. “El turismo es una de las realidades que manifiesta más claramente este reduccionismo”, insiste el informe. Y agrega: “A pesar de que la oferta turística cordobesa es básicamente cultural, gira casi exclusivamente en torno a un eje: la antigua Mezquita”.
“En estos dos notables edificios en extremos opuestos de Europa, en sus piedras y pizarras y mármol y oro, en sus pilares y arcos y ventanas y mosaicos, se pueden vislumbrar las complejidades de la historia europea, de la tradición cristiana y de la historia del Islam. . En muchos de los debates que rodean a estos edificios se pueden escuchar los intentos de reescribir esa historia, de limpiar los relatos de sus vericuetos, de construir mitos para imponernos a nuestras vidas”, describe el columnista de The Guardian.
Pero la historia reciente de los dos edificios no fue así. En 2010, durante una visita a Córdoba, el presidente turco apostaba por convertir a la Mezquita de Córdoba en un museo como el de la catedral de Santa Sofía en Estambul. La Mezquita y Santa Sofía compartían un pasado en común: los dos monumentos habían sido mezquita y catedral, catedral y mezquita. Pero nunca las dos cosas a la vez. Santa Sofía había sido incluso más cosas: catedral ortodoxa, catedral católica, ortodoxa de nuevo, mezquita y desde los años 30 del siglo XX solo museo por orden de Ataturk.
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