El festival Cordoblues se pospone por “cambios en el apoyo institucional por parte del Ayuntamiento”

El festival Cordoblues, una cita musical que tomó el testigo en 2022 del clásico Festival de Blues Ciudad de Córdoba (un evento que comenzó en 1991), no tiene claro si podrá celebrar su tercera edición este 2024, después de que haya habido “cambios en el apoyo institucional por parte del Ayuntamiento de Córdoba”.

En un comunicado, la organización de Cordoblues ha remarcado que su propuesta para este año “sigue la línea iniciada en 2022 y busca mantener el gran nivel alcanzado en la pasada edición de 2023, con un programa cargado de actividades participativas como talleres de baile, música, literatura, cine, y por supuesto conciertos con artistas internacionales, nacionales y bandas locales de Blues con proyectos activos”.

En este ámbito, remarcan que, para mantener dicha propuesta, donde todas las actividades y conciertos son de acceso libre, la producción de este evento “necesita del concurso del apoyo institucional con el que ya ha contado en las pasadas ediciones, y sin el cual no hubiese sido posible”.

“Las circunstancias actuales a este respecto, hace que la organización de Cordoblues, se replantee su producción y traslada la fecha de celebración a la segunda quincena de septiembre, con el fin de poder recabar todos los apoyos necesarios para dar forma a esta nueva edición”, sostienen en el comunicado, en el que añaden que este jueves 25 de abril habrá una rueda de prensa para profundizar en todo lo relativo a la celebración del festival.

Cordoblues fue una apuesta del Ayuntamiento (a través de las delegaciones de Cultura y Promoción) en el anterior mandato. La cita volvió en 2022 impulsado por Creacciona Asociación Sociocultural, que desarrolla este proyecto junto con Fónica Live Events, y contando con José María Aljama como director artístico, lo que le emparentaba con el antiguo Festival de Blues Ciudad de Córdoba, del que fue uno de los coordinadores.

En sus dos ediciones hasta la fecha, Cordoblues apostó por diversificar sus actividades, llenando de blues la ciudad. En lo estrictamente concertístico, apostó por artistas nacionales e internacionales. Entre los últimos, destacan el grupo inglés Graham Foster Blues Band, la cantante estadounidense Sharrie Williams, conocida como la “princesa del gospel blues” o el guitarrista californiano Tommy Castro.