'La chiquita piconera' ya recibe a los visitantes del Museo Thyssen en Madrid
La chiquita piconera, una de las obras más emblemáticas de Julio Romero de Torres, ya se puede mirar en el Museo Thyssen de Madrid. Desde este lunes hasta el próximo 28 de julio, este cuadro estará ubicado en la sala 45 dedicada a los realismos de entreguerras, junto a la obra de artistas como Pablo Picasso, Max Beckmann, Otto Dix, George Grosz o Balthus, entre otros.
Unos pintores con los que, a priori, Julio Romero de Torres no compartía generación, pero con los que, como ha dicho este lunes Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen, sí que comparte “un algo inquietante, un algo melancólico y un pozo de tristeza”, características que, a su juicio, definen la evolución tardía del pintor cordobés, de cuyo aniversario se cumplen 150 años en 2024.
De hecho, este préstamo de La chiquita piconera ha querido ser la inauguración simbólica de este 150 aniversario. La idea partió del director de los museos municipales de Córdoba, incluído el Museo Julio Romero de Torres, Enrique Ortega, y fue muy bien recibida en el Museo Thyssen, que la ha incorporado como cuadro invitado en su colección permanente.
Guillermo Solana señalaba en este sentido que Julio Romero de Torres se ha caracterizado por ser el pintor más popular del siglo XX en España, por haber creado algunos de los iconos más arraigados en nuestra memoria. “Si Andy Warhol hubiera sido español, le hubiera dedicado una serie a Romero de Torres, porque no hay seguramente un icono tan arraigado y tan ubicuo como la imagen de la mujer en su obra”, ha manifestado el director artístico del Thyssen, recordando que, en cierto sentido, ese éxito icónico redujo su obra a folclore.
Su influencia en los surrealistas españoles
Para salir de esta mirada reduccionista, Solana ha recordado el pasado, la exposición que se le dedicó en Madrid en 1993 y que contribuyó a situar al artista en el lugar que le correspondía; y al futuro, al anunciar que, en la retrospectiva dedicada a Dalí que se verá en el Thyssen dentro de dos años tendrá un papel importante Romero de Torres. “Estará también presente y dialogará con Dalí, en particular con una obra concreta, porque hay una influencia de Romero de Torres en Dalí, como en Buñuel, como en el surrealismo español en general, y hay en él algo de esa tendencia inquietante, provocadora a veces, del propio surrealismo en la pintura de este gran maestro”, ha reflexionado.
Para Solana, La chiquita piconera es “una especie de Gioconda sin sonrisa, de Gioconda dramática, de Gioconda seria”, un cuadro en el que porque Romero de Torres “toma y recrea del simbolismo ese erotismo turbado”.
Por su parte, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha indicado que La chiquita piconera constituye “uno de los lienzos más emblemáticos, por no decir el más emblemático y conocido de Julio Romero de Torres, considerado en cierta medida su testamento artístico, porque fue una de sus últimas pinturas”.
Además, ha apuntado que, con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, Córdoba busca “ofrecer una visión renovada de la obra de Julio Romero de Torres que lo aleje de esos rasgos, de esos clichés que durante mucho tiempo le han acompañado, y que evidencie los rasgos de modernidad que lo situaron como un pintor de referencia en su tiempo”.
La chiquita piconera se puede visitar en el Museo Thyssen de Madrid hasta el 28 de julio los lunes 12:00 a 16:00, y de martes a domingo de 10:00 a 19:00.
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