La Axerquía se convierte en un laboratorio del que saldrán tres proyectos escénicos
De la plástica escénica hasta la investigación corporal, pasando por la reflexión sobre la era digital. Esos son, a grandes rasgos, los tres proyectos que se están creando estos días en el Teatro de La Axerquía, convertido en un espacio de experimentación y creación gracias a la primera edición de las residencias artísticas que se han impulsado desde el Instituto Andaluz de las Artes Escénicas y de la Música y el Instituto Municipal de Artes Escénicas de Córdoba (IMAE).
Fruto de esta iniciativa, cuatro artistas (Álvaro Albadalejo y Ángela López, Miguel Pimentel e Irene Lázaro) están desarrollando tres proyectos nuevos que presentarán en una muestra conjunta el próximo 15 de noviembre, según han destallado este miércoles los responsables del programa, la directora del Instituto Andaluz de las Artes Escénicas y la Música, Violeta Hernández; la delegada de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Córdoba y presidenta del IMAE, Isabel Albás, y el gerente del IMAE, Luis Flores, que han visitado el teatro.
Hernández ha explicado que el programa de residencias artísticas del instituto andaluz nació en 2021 y, tras comenzar en espacios propios de Granada y Sevilla, ha crecido hasta expandirse a cinco provincias andaluzas gracias a la colaboración con otras instituciones. Actualmente, 18 artistas, seleccionados entre unas 120 solicitudes, trabajan en estas residencias. El objetivo principal no es necesariamente la producción de un espectáculo final, sino dar un lugar y un merecimiento a la propia creación.
El programa ofrece a los artistas un espacio de trabajo, un tiempo acotado y recursos económicos —cada residente recibe 3.000 euros— para poder “trabajar, experimentar y errar”, según Hernández, que aclara que la primera edición en Córdoba, que se desarrolla entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, ha sido posible gracias a la sintonía entre ambas instituciones para visibilizar el arte y hacer crecer la cultura en Andalucía.
Los tres proyectos en residencia
Por su parte, los cuatro artistas seleccionados han desgranado sus proyectos, que abordan temáticas y lenguajes muy diversos. Uno de ellos es El tercer paisaje, del escultor Álvaro Albadalejo y la escenógrafa Ángela López, quienes han unido sus disciplinas para investigar cómo se formulan las imágenes en la mente, especialmente en estados oníricos o alterados. Aunque el formato definitivo está por definir, Albadalejo y López apuntan a una propuesta cercana a una “instalación escultórica viviente”.
Por su parte, Pornografía emocional, de Miguel Pimentel, nace de una necesidad personal del artista de reflexionar sobre el impacto de los medios digitales en las relaciones emocionales. Pimentel explora el choque entre lo analógico —el teatro como experiencia presencial— y lo virtual, analizando cómo la mediación de una pantalla puede generar “comportamientos violentos” o arrebatar la emoción de la comunicación.
Asimismo, Urphänomen, de Irene Lázaro, busca el vínculo entre la danza japonesa Butoh y la teoría del “duende” flamenco de Lorca. El título, (“fenómeno originario”) está tomado de Goethe y su estudio sobre la metamorfosis de las plantas, un concepto que Lázaro vincula con el movimiento de expansión y contracción del cuerpo. Su investigación corporal se materializará en una muestra performativa que se acerca más al “teatro danza”.
Además del trabajo de creación, los artistas ofrecen laboratorios formativos para compartir sus procesos con otros profesionales. Finalmente, el 15 de noviembre, los tres proyectos se presentarán en el Teatro de la Axerquía en una muestra conjunta. No se trata de espectáculos terminados, sino de compartir el estado de la investigación, permitiendo al público dialogar con los creadores sobre su punto de partida y el camino recorrido durante este mes de residencia.
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