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ENTREVISTA

Arqueología del palo flamenco más primitivo: “Un buen fandango no lo canta cualquiera”

Un fotograma de la película 'Fandango'.

Juan Velasco

3 de diciembre de 2024 20:17 h

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El más primitivo de los palos flamencos es, a su vez, uno de los más saludables a nivel creativo. Y la prueba es el éxito que ha cosechado en su estreno de Fandango, el nuevo documental de Remedios Málvarez y Arturo Andújar (Pico Reja, Alalá), en el que la dupla de cineastas vuelve a fijar su particular mirada en el arte jondo.

La película, que triunfó en su estreno en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva -ganó el Premio Talento Andaluz-, ha llegado este martes a la Semana del Cine de Córdoba (Cinema24) con la intención de reivindicar este palo esencial como parte del patrimonio musical andaluz.

Málvarez, nacida en Huelva, confiesa en una charla con Cordópolis que la película parte de su conexión emocional y profesional con el flamenco y su tierra. “Quería poner en valor el patrimonio musical de Huelva, que tiene al fandango como su emblema”, explica la documentalista, que tiene en su filmografía películas como Menese (centrada en el cantaor José Menese) y Alalá (un relato social sobre las Tres Mil viviendas de Sevilla con el flamenco como eje conductor).

Además, la película también supone un contraste respecto a su anterior trabajo, el celebrado documental Pico Reja, -también codirigido con Andújar-, una obra centrada en la memoria histórica. Una vez cerrado aquel documental, según Arturo Andújar, se fueron abriendo a un nuevo mundo, de manera que este nuevo proyecto ha representado un “soplo de aire fresco” que les permitió abordar el flamenco desde una perspectiva más libre y creativa, integrando música, paisajes y tradiciones populares.

Del concurso de 1923 al mairenismo

Una tradición que ancla sus raíces en una tierra, Huelva, que es el apellido que suele llevar uno de los palos más populares del flamenco, a pesar de que ha vivido épocas de menosprecio por parte de la élite del arte jondo. Un ejemplo de este menosprecio está en el desconocimiento general que existe sobre el Concurso de Cante Jondo de 1923, celebrado en Huelva, y que, como cuentan los documentalistas, es mucho menos conocido que el que se celebró en Granada un año antes.

“Este concurso fue esencial para la consolidación del fandango como un palo importante dentro del flamenco”, explica Málvarez, que añade que Huelva rompió esquemas al incluir al fandango en un contexto donde los palos más puristas como la soleá y la seguiriya dominaban la escena.

Ese menosprecio se repitió en los años 50 del pasado siglo, con el auge del mairenismo, es decir, la escuela de Antonio Mairena, que lo que hizo fue defender el cante gitano andaluz como el germen del flamenco, y que contribuyó a que algunos de los mairenistas denostaran palos de corte más popular, como era el caso del fandango.

No obstante, Málvarez y Andújar aclaran que su película no es, ni mucho menos, una investigación académica o etnográfica, sino que está mucho más cerca de ser un viaje sensorial y musical al pasado, presente y futuro de este palo flamenco.

Márquez, Carrasco, De Moret, Perlita...

Para ello, los directores invitan al espectador a compartir la mirada tanto de cantaores clásicos (Perlita de Huelva), como de nombres consolidadísimos (Arcángel, Argentina, Jeromo Segura, Rafael Estévez o Rocío Márquez), y voces contemporáneas como Sandra Carrasco o Cristián de Moret. Todos ellos muestran cómo, a partir de un conocimiento de fandango que han mamado y que está anclado en lo popular, son capaces de reinterpretar este palo desde ángulos sorprendentes e innovadores.

“No hay dos fandangos iguales en toda la película”, se apresura a decir al respecto Málvarez, que explica que la música ocupa un lugar central en esta especie de road movie, con más de 30 minutos dedicados a interpretaciones.

Unas interpretaciones que, además, la pareja de cineastas filma con su propio estilo, lejos de la alargada sombra de Carlos Saura, autor de algunos de los más celebrados documentales sobre flamenco hechos en la historia del cine. “Saura es un maestro, pero nosotros no hemos tratado de capturar lo efímero del espectáculo, sino de narrar una historia a través de imágenes, sonidos y emociones”, explica Málvarez sobre un film que apuesta por un sobrio blanco y negro, como un homenaje a la mítica serie Rito y geografía del cante.

Para los realizadores, el fandango es más que un género musical; es un reflejo de la identidad cultural de Huelva y un símbolo de resistencia artística. Y, desde luego, uno que, aunque sea percibido como accesible, entraña un alto nivel artístico y técnico. “Como palo propio, y dicho por los propios profesionales: un buen fandango no lo canta cualquiera”, zanja la directora, que reconoce que, a pesar de ello, el fandango es “un palo que un aficionado se puede atrever a cantar en contextos sociales y festivos”.

De hecho, en palabras de los realizadores, un buen fandango “encapsula siglos de historia, tradición y emoción”. Y un palo que sigue vivo más allá de Huelva, con capacidad para sobrevivir en la era de la globalización, las redes sociales y los algoritmos.

En su segundo pase oficial, Fandango se ha visto este martes en Córdoba. A partir de aquí, los cineastas tienen previsto presentar la obra en festivales nacionales e internacionales, además de buscar su distribución en salas de cine, para lo que habrá que esperar al segundo trimestre de 2025. Entre medias estará la temporada de premios, en la que la película se ha posicionado con dos nominaciones a los Premios ASECAN, y como candidata firma a las nominaciones a los Premios Carmen del Cine Andaluz, que se desvelarán a finales de diciembre.

“Todo eso ayuda. La distribución es caballo de batalla que tenemos los que hacemos cine documental y de bajo presupuesto. Porque es un cine que, a priori, no está el primero en la lista de las grandes distribuidoras. Pero bueno, tenemos que pelear a ver la manera de poder llevarlo a salas. Pero, no solo a salas. Porque también creo que, en el caso de Fandango, tiene un recorrido por los circuitos flamencos que también puede ser muy interesante”, remata Andújar.

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