Zumos a 50 metros de la Puerta de Almodóvar por decreto
Francisco Javier Ariza tiene una concesión para instalar un puesto portátil de zumos naturales en la Puerta de Almodóvar. El año pasado ya lo explotó y este año ha decidido repetir, solicitando los permisos al Ayuntamiento. El 15 de marzo, como el año anterior, instaló su puesto portátil a 25 metros de la Puerta de Almodóvar, enfrente del hospital de la Cruz Roja. Pero el pasado 19 de abril recibió un escrito del Ayuntamiento que le obligaba en el plazo de 48 horas a llevarse su puesto 25 metros más allá, justo enfrente de la puerta principal del hospital de la Cruz Roja.
Esta decisión, que Ariza ha acatado, le ha ocasionado pérdidas económicas cuantiosas, como explica a este periódico. “De una caja de 300 euros he pasado a hacer un euro y medio el pasado domingo”, reflexiona. ¿El motivo? Los flujos de turistas. “Por donde estoy ahora no pasa nadie”, lamenta. “Una botella de agua vendí el domingo”, apunta.
Durante el año pasado, Javier Ariza mantuvo su concesión para mantener su puesto portátil de zumos al oeste de las escaleras de la calle Cairuan. Este año recibió un decreto idéntico para instalar el puesto en el mismo sitio. Pero el 19 de abril recibió una llamada comunicándole que lo tenía retirar a 50 metros de distancia de la Puerta de Almodóvar, considerada Bien de Interés Cultural (BIC). Los turistas pasean por la calle Cairuan y ahora su flujo no le alcanza, por lo que asegura que sus pérdidas son continuas. “La fruta no dura más de cinco días”, lamenta.
La decisión del Ayuntamiento parece inamovible, según fuentes del Área de Vía Pública, que gestiona Emilio Aumente. No obstante, Ariza se queja de que se trata de “un agravio comparativo”, pues hay otras instalaciones similares a la suya mucho más cerca de otros BIC de la ciudad. Por eso, se plantea incluso acudir al Contencioso Administrativo para reclamar por una decisión que asegura que podría arruinarle.
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