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El TSJA confirma 27 meses de prisión a dos hombres por estafar en la venta de una escopeta

Imagen de un juicio | PIXABAY

Alejandra Luque

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El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la sentencia condenatoria a dos hombres acusados de estafa en la venta de una escopeta en 2017. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba los condenó a seis y 21 meses de prisión, respectivamente, y ahora el Alto Tribunal andaluz ha confirmado la sentencia.

Los hechos ocurrieron en Pozoblanco y con anterioridad al 21 de febrero de 2017. Los acusados, conjuntamente y previo plan preconcebido para ello -señaló el fiscal-, pusieron a la venta una escopeta marca Beretta Sotne Coat por un precio de 7.000 euros. La venta la dieron a conocer a través del portal web Mil Anuncios, adjuntando un teléfono de contacto.

Ese mismo día, los acusados recibieron la llamada del futuro comprador que posteriormente fue objeto de la supuesta  estaba. Tras hablar con los imputados, esta persona ingresó la cuenta bancaria que le facilitaron un total de 500 euros, precio final estipulado por la escopeta.  pesar de haber recibido dicha cantidad mediante un pago por móvil, los acusados “nunca enviaron la escopeta al comprador”.

En los recursos presentados por los condenados, las defensas consideraron erróneas las pruebas de cargo. En relación al condenado a seis meses de prisión, que negó tener vinculación alguna con la estafa, el magistrado del TSJA ha señalado que aunque no participó en la conversación telemática con la víctima, “es imposible imaginar” cómo la persona que sí realizó dicha conversación “pudiera disponer de los documentos” del acusado sin su previa autorización. En la sentencia, el juez recuerda que el “supuesto vendedor remitió una fotografía del carné de identidad de este acusado y otra de su libreta de ahorros”.

Además, en su declaración, el acusado “negó haber perdido o prestado a nadie su DNI, sin mencionar el documento bancario”, por lo que “queda acreditado, sin margen de duda razonable, que aunque no fue quien engañó a la víctima, realizó una aportación esencial”.

Por su parte, el juez también ha desestimado el recurso del segundo acusado -condenado a 21 meses de prisión por la agravante de reincidencia- que en la vista oral ofreció “una confusa versión según la cual él se limitó a adquirir una tarjeta telefónica prepagada a su nombre pero para que la utilizara un tercero, que se lo solicitó así (remunerándole con 50 euros y una bolsita de heroína) para efectuar la venta telemática de una escopeta;

añadiendo a continuación que creía que esa operación sería auténtica y legal y

que el coacusado sería tan víctima como él mismo de la manipulación por parte

del aludido tercero, verdadero urdidor y beneficiario de la trama“.

Para el juez, “esta tardía versión pretendidamente exculpatoria no sólo carece de una

mínima corroboración (impedida por el propio acusado, al reservarla hasta el juicio oral), sino que, al igual que en el caso del otro acusado, no impediría la responsabilidad del apelante a título de autor, al menos por cooperación necesaria con ese hipotético tercero autor del engaño“.

En efecto, continúa el juez “no puede admitirse en modo alguno la afirmada creencia del acusado en la realidad y licitud de la compraventa planeada, puesto que incluso el

más ingenuo o lerdo de los sujetos tendría algo más que sospechas vehementes del propósito delictivo de la operación, desde el momento en que la propuesta, carente de una motivación plausible, implicaba que la verdadera identidad del supuesto vendedor pudiera quedar enmascarada y en que la colaboración que se le solicitaba para ello era retribuida con una largueza en principio injustificada“.

Por si fuera poco, añade el magistrado, “cuando el apelante trató de justificar su silencio anterior al juicio sobre esta versión, aludió al temor que le inspiraba el supuesto tercero, sugiriendo que tanto este como otros miembros de su familia eran delincuentes de cierta peligrosidad, lo que no hace sino remachar la imposibilidad de que el acusado no fuera consciente de que estaba prestando su colaboración a una maniobra delictiva”.

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