La Torre del Agua está seca

La Torre del Agua de Córdoba está seca. El primer rascacielos de la ciudad debería fluir a estas alturas de agua. Sus 38 viviendas con vistas a la calle deberían tener en sus balcones piscinas individuales. Pero la obra está parada. La constructora que estaba levantando este gigantesco edificio, Teginser, se ha declarado en concurso de acreedores y ha abandonado las obras desde hace varios meses. Entre la empresa que ha financiado los trabajos, la cooperativa Cooviur Desarrollos, cunde el desánimo y se busca una solución.

La Torre del Agua está vendida al completo. Sus 38 pisos ya tienen dueño y el problema está en que ahora queda por construir un 20% del edificio. Ante el concurso de acreedores surge la duda: o aportar más capital para que los trabajos puedan seguir o esperar a la administración concursal. Entre tanto, otro drama: la constructora ha dejado a deber enormes cantidades de dinero a al menos una treintena de empresas con las que subcontrataba trabajos.

El edificio, llamado a ser uno de los emblemáticos de la zona Norte de Córdoba, está ahora mismo totalmente parado. Su estructura está terminada, muchos interiores listos pero han empezado a surgir defectos en algunas construcciones, que no están siendo vistas por buenos ojos por los propietarios. Algunas viviendas se han vendido por hasta medio millón de euros cada una. Ahora, sus propietarios están atrapados en un concurso de acreedores mientras deciden qué hacer.

Cooviur Desarrollos ha celebrado diferentes asambleas de cooperativistas. Su objetivo principal es encontrar a otra constructora que termine lo que se ha dejado inacabado. Para ello se plantea que los propietarios tendrían que hacer cada uno una nueva aportación económica si quieren salvar la situación judicial que se avecina.

Teginser pidió el concurso de acreedores de manera voluntaria a finales de julio. Agosto judicialmente es un mes inhábil por lo que los administradores no empezarán a trabajar en poner en orden las cuentas de la empresa hasta el mes de septiembre. Mientras, no se pueden hacer pagos y los proveedores, en muchos casos, no tienen con qué pagar a su vez a sus trabajadores. Se calcula que habría unos 300 trabajadores afectados por esta quiebra, además de los propietarios de las viviendas.

La construcción de la Torre del Agua es la primera fase de un plan más ambicioso, que prevé una inversión de 36 millones de euros y generará un total de 2.000 puestos de trabajo directos e indirectos, según llegó a anunciar la promotora en su día. La segunda fase será el proyecto conocido como Azud del Agua donde se construirán 41 viviendas. La tercera fase se llamará Claro del Agua, en la que también se incluyen 41 viviendas. Las tres fases crearán una urbanización de lujo con zonas mixtas muy exclusivas en las habrá minigolf, zonas verdes ajardinadas y agua en piscinas y cascadas.