El Supremo confirma la condena de 40 años para José Bretón

El Alto Tribunal desestima por unanimidad el recurso de casación planteado ayer por el acusado. La sentencia firme implica que Ruth Ortiz podrá enterrar los huesos de sus hijos, después de casi tres años

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado esta mañana la condena de 40 años de cárcel para José Bretón por el asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, el pasado 8 de octubre de 2011. De esta manera, se pone fin a la pesadilla de la madre de los menores, Ruth Ortiz, que desde que en agosto de 2012 se hallaran los restos de los pequeños había solicitado sin éxito poder darles sepultura.

La decisión del Supremo, adoptada por unanimidad de los cinco miembros que componían la sala,  ha sido inminente, ya que la vista por el recurso de casación interpuesto por la abogada de Bretón, Bárbara Royo se celebró ayer. En su recurso, la letrada planteó al tribunal la tesis de que el jurado popular que condenó a su cliente había estado mediatizado por la avalancha de noticias sobre el suceso y que Bretón había sido presentado como un psicópata criminal.

Por su parte, la Fiscalía reiteró las tesis expuestas tanto en la Audiencia Provincial de Córdoba, como en el posterior recurso ante el TSJA, y señaló que Bretón había actuado movido por la venganza contra su exmujer, que drogó a los niños con las pastillas que le había recetado un psiquiatra y que, aprovechándose de la indefensión de los pequeños y de su papel como padre, los drogó y quemó sus cuerpos en una hoguera de la finca de Las Quemadillas, propiedad de los abuelos de los niños.

De esta manera, Bretón seguirá en la cárcel, en donde lleva desde finales de octubre de 2011 cuando fue detenido por la Policía Nacional en  Córdoba como único responsable del doble crimen de sus dos hijos. El acusado lleva desde hace casi un año en el centro penitenciario de Villena, en Alicante, a donde fue trasladado desde el módulo de ingresos de la prisión provincial de Alcolea. Bretón ha solicitado en varias ocasiones su regreso a la cárcel cordobesa por “vinculación familiar”.