“¡La vida de las mujeres importa!”: cientos de personas se concentran en Córdoba contra el fallo en el cribado del cáncer de mama
Al grito de “¡Sanidad pública!”, y “¡La vida de las mujeres importan!”, se han concentrado cientos de personas en el Bulevar de Gran Capitán exigiendo respuestas por el fallo sucedido en el cribado contra el cáncer de mama en Andalucía. La manifestación, organizada en Córdoba por la Asamblea 8M y que ha contado con la colaboración de Izquierda Unida, ha seguido la corriente andaluza, que ha sido abanderada por la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama -más conocida como Amama- en Sevilla, porque el problema ha sido autonómico. Aun así, tanto mujeres como hombres se han congregado en este emplazamiento pidiendo justicia por la sanidad andaluza.
Por un lado, la portavoz de la Asamblea 8M, Raquel Arranz, ha comparecido ante los medios de comunicación y ha enfatizado en la gravedad de la situación. “Esto supone graves riesgos para la salud, incluso la muerte,” afirmó. Arranz ha confirmado que Amama tiene constancia de casos de mujeres que han fallecido a causa de cáncer de mama sin haber sido avisadas por la Junta. “No ha sido un simple fallo. Estamos hablando de que es que este gobierno de la Junta de Andalucía lleva desmantelando el sistema público de salud desde que entró y es un plan. Sí, el plan de Moreno Bonilla funciona porque es el desmantelamiento de la sanidad pública”.
Asimismo, la portavoz ha proseguido explicando que el objetivo es obligar a la ciudadanía a recurrir a la sanidad privada. Además, ha señalado un “sesgo de género clarísimo” en el manejo del cáncer de mama, citando el “paternalismo” del gobierno al presuntamente retener información para no poner “nerviosas” a las pacientes lo cual infringe la ley estatal y autonómica sobre el derecho del paciente a conocer su estado de salud. La Asamblea exige que haya consecuencias penales por lo ocurrido.
Los sindicatos, también presentes
Los representantes sindicales ofrecieron detalles sobre las causas del colapso del sistema de cribado. Desde UGT Servicios Públicos, Mari Carmen Heredia ha indicado que la problemática se debe a la falta de radiólogos y a un cambio en el sistema de tratamiento de la patología. Antes, si una mamografía resultaba dudosa, se realizaban pruebas adicionales de inmediato, pero ya no es así. “Ahora tú te haces una mamografía, te vas a casa, ya te llamaremos. Hay solamente un radiólogo”.
Según la representante de UGT, la práctica actual implica que los resultados se archivan en un “cajón” hasta que un radiólogo pueda diagnosticarlos. Esto ha llevado a que haya mamografías de hace un año o dos sin ver, dejando a las personas en la falsa tranquilidad de que “si no me han llamado, no tengo nada”. Esta demora es crítica: un nódulo que podría extirparse en una primera revisión puede convertirse en un carcinoma de mama de grado cuatro que requiere una mastectomía en un año.
Por su parte, José Antonio López, médico de familia y responsable de Acción Sindical de Comisiones Obreras (CCOO) de Sanidad en Córdoba, ha confirmado que la falta de comunicación de mamografías (casos considerados tipo 3) se debe a la falta de recursos, recortes en las plantillas y falta de trabajo. “Los recortes en sanidad matan, como venimos diciendo. Y esto es una un punto, una pequeña muestra de lo que decimos”.
La indignación ciudadana y el desplome de la confianza
Sin embargo, lo que más contundente ha sido contra la Junta de Andalucía han sido los testimonios que ha aglutinado Cordópolis en la propia manifestación. Por un lado, Irene ha descrito lo ocurrido como un hecho “lamentable, vergonzoso” y cuestionó la permanencia de Moreno Bonilla en el cargo. Ha aseverado que la detección precoz es el principal factor para curarse de un cáncer, y el fallo en el diagnóstico temprano pone en riesgo a más de 2.000 mujeres.
La cuestión de la confianza ha sido central en los testimonios, no solo de Irene, sino que es una tendencia entre las más de 300 personas que han asistido al Bulevar de Gran Capitán. Por su parte, Irene ha afirmado que, si a una mujer se le dice que “si no te llamamos es que está todo bien,” pasará un año con tranquilidad, solo para descubrir ahora que su vida podría estar en riesgo.
Mientras tanto, Itziar ha sido paciente oncológica por cáncer de mama, y ha confesado que tuvo que acudir a la sanidad privada porque en la pública tardaban hasta cuatro meses en atenderla, lo que le podría haber costado la vida. “Es una vergüenza y es una tristeza que inviertan en la sanidad privada dejando a la pública sin recursos y dejando sobre todo a los ciudadanos tirados y vendidos”.
A su lado se encontraba Mari Carmen, sosteniendo a su mascota en sus brazos, aunque con el mismo guion que Itziar. “Actualmente, se busca favorecer a la privada y, obviamente, esto va a hacer que la pública se vaya a pique”.
Finalmente, Ángel ha abordado la erosión de la fe en los profesionales sanitarios y el sistema. “Hace mucho tiempo que algunos estamos viendo que hay médicos que siguen el juego, no son la mayoría por suerte, pero hay personas que cuando vayan a decir, 'yo no me lo creo, yo me voy a la privada' y me aseguro de que no me están engañando como ha pasado ahora, porque yo creo que dos años engañando a 2000 mujeres”.
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