Tres rutas de invierno por las montañas de Córdoba

El invierno es la estación por excelencia del montañismo. Al menos, en el sur de la Península, donde las temperaturas y las condiciones climáticas no son excesivamente adversas. La estación más contraindicada del año resulta ser, desde luego, el verano. Entre junio y septiembre, la práctica del senderismo se rebela imposible por imposición del termómetro. Más allá de los 28 grados, no es recomendable subir cerros.

Córdoba es una provincia idónea para el montañismo en invierno. Con temperaturas no demasiado severas, dispone de macizos montañosos muy interesantes para explorar. A escasos kilómetros de la capital se levantan las primeras estribaciones de Sierra Morena plagada de vaguadas, bosques y cursos fluviales verdaderamente atractivos. La Subbética, al sur, ofrece una orografía típicamente montañera, con escasa vegetación y formaciones rocosas calizas. Y el norte de la provincia está esculpido por las suaves lomas de la dehesa.

En este reportaje vamos a proponer tres rutas de invierno. Dos de ellas recorren distintos parajes de las Sierras Subbéticas y la tercera se adentra en Sierra Morena, a pocos kilómetros de Trassierra. Las tres exigen una preparación básica montañera y experiencia en terrenos pedregosos y desniveles significativos. Digamos que ofrecen una dificultad media. Es obligado, por tanto, contar con calzado adecuado, ropa de abrigo, protección impermeable ante la lluvia, agua y comida suficiente y GPS. No es recomendable salir a la montaña sin, al menos, una aplicación de móvil con la ruta previamente descargada. El GPS otorga seguridad ante cualquier eventualidad. Y eso siempre hay que tenerlo en cuenta.

PICO BERMEJO

Distancia: 14,8 kilómetros

Desnivel: 850 metros

Altitud máxima: 1.474 metros

Dificultad: 3,5 / 5

Las Sierras Subbéticas son un conjunto de pliegues agrestes con predominio calizo situadas al sur de Córdoba. Se extienden a lo largo de 32.500 hectáreas y comprenden ocho municipios: Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Iznájar, Luque, Priego de Córdoba, Rute y Zuheros. Hablamos del macizo montañoso más robusto de Córdoba y el que registra cotas más altas. De hecho, aquí se encuentra La Tiñosa (1.568 metros), el pico más elevado de la provincia.

Lo que proponemos en este artículo es coronar Pico Bermejo (1.474 metros), la segunda cima de Córdoba, que se encuentra muy cerca de La Tiñosa. Se trata de una cumbre mucho más solitaria que la primera, cuyo ascenso nos reporta parajes sorprendentemente montañeros impropios de nuestras latitudes. La ruta es exigente. Presenta un desnivel notable y tramos pedregosos que pondrán a prueba nuestra destreza. No es necesario el uso de elementos técnicos de ningún tipo, pero sí se requiere experiencia en esta clase de terrenos.

El punto de inicio se encuentra en los cortijos de la Pasada de los Arrieros, cerca de la aldea de los Villares, a unos 6 kilómetros de Priego. Desde aquí se toma el sendero de la Sierra de Horconera en dirección al cortijo de la Vichira. Tras algo más de una hora de marcha, a la altura de la Vichira abandonamos el carril principal y tomamos una bifurcación a la izquierda hasta una pequeña edificación cercana.

Más arriba se inicia el ascenso al barranco del Arroyo de las Labores. La subida es dura y escarpada. Nos adentramos ya en el macizo montañoso y ganamos altura con rapidez. Una vez salvado este profundo cañón, llegamos a una vereda señalizada por hitos de piedra en dirección al Puerto de la Higuera.

A nuestra izquierda contemplamos un impresionante paredón de piedra caliza, en cuya cornisa se asientan los restos almohades del conocido como Jardín del Moro. Hacia ya vamos trepando en zigzag sin vereda clara y entre aulagas espinosas que incomodan el ascenso. Una vez coronado el collado, las ruinas almohades a nuestra izquierda ofrecen una panorámica sobrecogedora de todo el macizo. Es un buen momento para tomar aire y refrescarnos.

El camino sigue en sentido contrario cresteando hasta otro collado, desde el cual parte una vereda ya más reconocible y también jalonada de hitos que buscan paso a paso el vértice del Pico Bermejo. Para regresar, desandamos un kilómetro hasta el desvío del Puerto del Cerezo. En frente, tenemos la Sierra de Alhucemas y La Tiñosa. Descendemos por un carril que atraviesa el barranco del Arroyo del Puerto hasta el Cortijo del Cerezo. Tomamos el carril izquierdo y en medio kilómetro ya alcanzamos la carretera CO 7208 donde habremos dejado los vehículos.

RISCOS DEL GUADANUÑO

Distancia: 13 kilómetros

Desnivel: 320 metros

Altitud máxima: 652 metros

Dificultad: 3 / 5

La subida a los Riscos del Guadanuño es una ruta razonablemente accesible y no demasiado conocida a pocos kilómetros de Córdoba. Se trata de una ascensión menos técnica que Pico Bermejo, aunque incluye un paso algo vertical que nos obligará a usar las manos. Este sector de la Sierra de Córdoba ofrece una naturaleza exuberante y panorámicas espléndidas que merecen la pena visitar.

El punto de inicio parte del cruce entre la urbanización de La Jara y la de Sol y Luna. En el mismo ensanche del camino podemos dejar los coches. Tomamos el sendero paralelo a la carretera hasta desembocar en una vereda que desciende hasta el río Guadanuño. En este tramo el bosque es abigarrado y fresco. Atravesamos el río y seguimos por una vaguada campo a través en dirección a la loma de los Riscos.

Más adelante el camino se empina y ganamos altura lentamente. Cuando tocamos el pie de los Riscos la vereda comienza a trepar por una rampa algo rocosa y debemos salvar algún paso más vertical que nos obliga a poner más atención. Al final de la quebrada, se abre a la izquierda una meseta empedrada de moles de granito que ofrecen formas caprichosas esculpidas por la erosión milenaria.

Desde aquí las vistas de la serranía son fabulosas. Muchos cordobeses se sorprenderían de la naturaleza verde y tupida que se oculta a pocos kilómetros de la ciudad. Es un buen momento para descansar y almorzar algo frente a este excepcional paraje de encinas y pinares de gran porte. La bajada se hace por el mismo sendero para regresar al coche. Hay otra alternativa por la cara norte, que busca la intersección de los ríos Guadiato y Guadanuño hasta el Puente de los Arenales. En ese caso, es preciso haber planificado un punto de recogida alternativo.

SIERRA ALTA DE RUTE

Distancia: 12,2 kilómetros

Desnivel: 849 metros

Altitud Máxima: 1.325 metros

Dificultad: 3,5 / 5

Otra ruta netamente montañera en las Sierras de las Subbéticas. Se requiere, por tanto, buenas piernas para remontar vuelo hacia un soberbio balcón natural de toda la comarca. En esta ocasión se parte desde el mismo pueblo de Rute. En el Paseo del Fresno se pueden aparcar los vehículos para recogerlos a la vuelta. Se toma el sendero GR-7 hasta adentrarnos en un denso pinar que sube a través de un acusado desnivel.

A medida que vamos tomando altura, las vistas de la zona se ofrecen en todo su esplendor. En medio del pinar nos topamos con la finca de Adebo, la asociación de defensa del burro, una especie en peligro ya de extinción. La subida es exigente hasta alcanzar la Torre del Canuto, una vieja atalaya medieval situada en una comarca fronteriza con el Reino de Granada. Desde aquí se contempla en toda su grandeza el embalse de Iznájar, que se extiende a nuestros pies.

Tras tomar un pequeño respiro, continuamos hacia arriba ahora a través de una cresta escarpada que busca el punto más alto del macizo. En uno de los picos se levanta una caseta de vigilancia forestal (1.233 metros) y tres cruces de madera. El panorama es extraordinario. Si seguimos cresteando más adelante alcanzamos el vértice geodésico. Estamos en Sierra Alta (1.325 metros).

En la cresta, el terreno es pedregoso y la vereda se pierde por momentos. Es preciso llevar calzado adecuado y cortavientos por si se levanta aire y frío. Siempre es conveniente llevar en la mochila ropa de abrigo suficiente. Hay que estar preparado para cualquier eventualidad, incluida la nieve, en estas cumbres calizas. En los días soleados, se puede almorzar en este extraordinario restaurante natural.

El regreso se hace por el mismo sitio hasta un desvío señalizado como PR A231. La subida a la Sierra Alta de Rute exige esfuerzo y capacidad de resistencia, pero la recompensa de la arrebatadora belleza del lugar habrá merecido sobradamente la pena.