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Seis meses de vacunación: de Manuel Prieto a la administración masiva para vencer al virus

Manuel Prieto, seis meses después de ser el primer vacunado contra la Covid-19 en Córdoba

Carmen Reina

27 de junio de 2021 06:00 h

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Hace justo seis meses, el 27 de diciembre de 2020, Manuel Prieto se vestía elegantemente con camisa y corbata sabiéndose el foco de atención de toda la provincia de Córdoba. A sus 77 años, fue el primer cordobés en recibir la vacuna contra la Covid, en la residencia de las Hermanas de los Ancianos Desamparados, en la capital. Hoy, seis meses después, Cordópolis vuelve a hablar con Manuel, testimonio privilegiado de este medio año de la campaña de vacunación sobre la que está depositada la esperanza para frenar de una vez por todas al virus, ahora que la provincia y la capital atraviesan por una situación de riesgo extremo de contagio.

En la residencia donde vive, Manuel se ocupa a veces -y se distrae con ello- de estar en la portería y atender las llamadas telefónicas y las visitas. Recuerda aquel domingo final de diciembre, un día esperado por varias generaciones de cordobeses, por toda la provincia, para empezar a cambiar la suerte y hacer frente a la pandemia que lo asoló todo y que, especialmente, se cebó con las residencias de ancianos.

“Aquel día fue muy especial”, rememora. “Uno no está acostumbrado, había mucha prensa”, dice ahora mirando atrás a aquellas imágenes suyas a la puerta de la residencia con el equipo sanitario para recibir al vehículo que trasladaba las primeras vacunas a Córdoba. Luego, en el interior ya, se convertía en la primera persona que recibía la vacuna - su primera dosis de Pfizer- en la provincia cordobesa.

“Fue como si nada. Sin ninguna reacción ni me sentí mal”, dice sobre las horas posteriores. A las tres semanas, como marca la pauta, se le administró la segunda dosis. Y él, como el resto de usuarios de su residencia, quedó ya inmunizado contra el virus que sesgó tantas vidas en los centros para personas mayores.

“La tranquilidad de estar vacunado”

Después, la vida en esto seis meses, ha estado marcada por “la tranquilidad de estar vacunado”, dice Manuel, aunque señala que la rutina en la residencia sigue marcada por las normas de prevención para que el virus no entre con las visitas o los trabajadores. “La vida siguel igual, con la mascarilla puesta, pero más tranquilos”, admite.

Manuel fue el primero de una campaña de vacunación que se extendió primero por las residencias y después por las personas que mayor edad en la provincia. Una campaña que ha acelerado, sobre todo, en el último trimestre, rebajando ya la edad de quienes están recibiendo ahora sus dosis hasta los treinteañeros.

Por eso, cuenta Manuel, sus hijos -que rondan entre los 45 y 50 años- también han recibido al menos la primera dosis. Los nietos, dice, aún esperan su turno. Él y su familia son la foto fija de muchas familias cordobesas, de la provincia entera en sí misma, a la que la vacuna ha alcanzado ya a una gran mayoría de la población y que espera, con anhelo, que la inoculación de las dosis se extienda pronto a los tramos de edad pendientes y se logre vencer al virus.

“Que todo el mundo esté vacunado y nos quiten pronto la mascarilla”. Es el deseo que expresa Manuel Prieto.

Incidencia disparada entre los no vacunados: los jóvenes

Y es el deseo de toda la población cordobesa, que vive justamente ahora un nuevo repunte de la pandemia, con una tasa de incidencia que sitúa a la provincia en riesgo extremo de contagio y que tiene en la población joven, los no vacunados, el principal foco de casos positivos.

En la última semana, la tasa de incidencia en la provincia de Córdoba -y particularmente en la capital- ha sobrepasado con amplitud los 250 casos positivos por 100.000 habitantes que se considera “riesgo extremo” de contagio. Tras alcanzar una tasa de 334 casos en la capital en los últimos días, esta elevada incidencia ha hecho retroceder un paso a la ciudad y establecer el nivel 3 de alerta sanitaria, con aforos reducidos y otras medidas restrictivas, durante al menos una semana.

En paralelo, la vacunación, prosigue su ritmo, con un nuevo récord de dosis administradas en una sola jornada: se ha batido por tres días consecutivos -martes, miércoles y jueves- situándose en 16.343 vacunas. En total, ya son 728.370 las dosis administradas desde aquella primera que recibió Manuel Prieto. El 57,6% de toda la población cordobesa cuenta ya con al menos una dosis y más de 302.000 personas, el 38.5%, está ya inmunizado con la pauta completa.

Por delante, en el horizonte, el verano que acaba de comenzar se plantea como un reto para acabar de vacunar a treintañeros, hacerlo también con los veintañeros y los jóvenes de 16 a 19 años. Quedarán entonces los adolescentes, de 12 a 15 años, que el Gobierno quiere empezar a inocular con la primera dosis dos semanas antes del inicio del próximo curso escolar, para que la vuelta a las clases sea muy distintas a la del año pasado. Para que esa “tranquilidad” que Manuel Prieto siente desde hace seis meses, la perciba ya el conjunto de la población de Córdoba.

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