La radio del abuelo triunfa frente al apagón: “Se reían de mí por seguir vendiendo transistores, y mira”

A las 9:30 de la mañana de este martes en Electrónica Caballero, la gran tienda de electrónica en el barrio de San Lorenzo, el sonido más perceptible era el de la risa de los empleados. Unas horas antes, el murmullo de la cola de clientes era la banda sonora de un día histórico en el que la ciudadanía ha tenido que mirar al pasado en vez de al futuro si quería tener una mínima noción de lo que estaba pasando.
Porque “la radio del abuelo”, la “de toda la vida”, la que “va a pilas”, ha sido el auténtico producto estrella -con permiso de las velas y la batería portátil para cargar móviles- durante las 16 horas que ha durado el apagón energético e informativo en la ciudad de Córdoba. Ha ocurrido lo mismo en toda España, y este periódico ya lo contaba este mismo lunes, cuando recorría los bazares asiáticos viendo cómo en todos ellos estaba agotada.
Claro que no todos los bazares, ferreterías y tiendas de sonido seguían vendiendo transistores, un producto demodé que, hasta este lunes, parecía una reliquia de un mundo casi extinto. Pero resulta que no era así.
“Se reían de mí por seguir pidiéndolos, y mira ahora”, decía uno de los dependientes de Electrónica Caballero este lunes a última hora de la tarde. Para entonces, la tienda había vendido los casi 40 que tenía en stock, más los que habían ido a buscar para reponer a un pequeño almacén, cuyo propietario tenía muchos de estos aparatos, que solo necesitan una antena y pilas para transformar las ondas en información para los oyentes.
En esta tienda, de hecho, se vendieron centenares de pilas alcalinas de las grandes de 9 voltios a las que habitualmente se le da poca salida. Y todo porque muchos vecinos habían sacado de los cajones, armarios y trasteros la radio antigua que necesitaba este tipo de energía.

Probablemente, las pilas fueron el producto más vendido, junto a las más de cien linternas que también se llevaron los clientes que acudieron este lunes por el establecimiento.
Este martes, como contábamos, reinaba la paz en Electrónica Caballero. Lo que propiciaba una pequeña reflexión por parte del equipo: “Ayer se demostró que no hay que olvidarse de lo analógico. Somos muy dependientes de lo digital y ayer lo que no fallaban eran las radios y los relojes”.
Claro que, si tenías batería en el teléfono móvil, probablemente podías escuchar la radio sin necesidad de tener internet. Lo contaban las dos dependientas de una tienda de oportunidades de la avenida de Barcelona a un cliente que parecía agobiado. La conversación, con media persiana de la tienda bajada, transcurrió más o menos así:
-- ¿Tienes ustedes una radio a pilas?
-- No, lo siento, se han acabado. Pero si lo que necesita escuchar la radio, puede hacerlo en su teléfono.
-- Pero si no tengo internet.
-- No le hace falta. Si tiene una aplicación de radio en el teléfono, puede escucharla con los auriculares. El cable hace de antena.
-- ¿Seguro?
-- Se lo decimos nosotras, que somos de Venezuela y de Cuba, y sabemos bien de apagones. Si tiene radio en teléfono y auriculares, puede usted escucharla.
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