FERIA DE CÓRDOBA
De la ilegalidad al Rincón Cubano: la caseta de feria del Partido Comunista cumple 50 años
La caseta del Partido Comunista de Córdoba ha cumplido cincuenta años este 2023. Cinco décadas en las que ha pasado de la ilegalidad (los primeros cinco años siempre se ocultó bajo otros nombres) al rotundo reconocimiento por su ubicación en la antigua Feria de la Victoria en los años de los triunfos electorales de Julio Anguita, y al éxito de público por su impulso al Rincón Cubano, que puso de moda en la feria el ron, los mojitos y la salsa caribeños.
Ernesto Caballero, histórico líder del partido, se ríe recordando anécdotas de todos estos años. Su memoria es prodigiosa, arranca año por año. En 1973, cuando aún quedaban años para la muerte de Franco, comenzó la andadura de los voluntarios clandestinos del Partido Comunista en la Feria de Córdoba. Aquel año -curiosamente el mismo en que se afilió Julio Anguita- consiguieron entrar gracias a la Peña Los Naranjitos, del barrio del Naranjo -curiosamente también, donde estaba el colegio en el que Anguita daba clase entonces-.
“A ellos les venía bien porque le hacíamos publicidad y le conservábamos el suelo para más adelante, y nosotros poníamos todo el trabajo y el servicio e hicimos la divulgación entre los militantes del partido de Córdoba. Todo el mundo acabó sabiendo que aquella caseta era del Partido Comunista y al final vino muchísima gente a la caseta, al saber que los comunistas estábamos allí”, recuerda Caballero sobre aquella primera feria en la que la caseta no podía mostrar públicamente el verdadero papel de quiénes la llevaban adelante.
Así ocurrió de nuevo al año siguiente, 1974, en el que los comunistas llevaron desde el anonimato la caseta de los vecinos de Los OIivos Borrachos. También en 1975, con la Sociedad de Plateros, lo cual ya fue una sorpresa en los círculos de poder cordobeses de la época.
La caseta comunista de Sociedad de Plateros
En este sentido, Caballero recuerda que el presidente de la sociedad, Manolo Aumente, era militante del Partido Comunista. “Manolo hizo todo lo posible para que la directiva aceptara dejarnos su suelo para montar nosotros la caseta y efectivamente lo logramos”, apunta el histórico dirigente comunista sobre una feria que volvió a ser un éxito de público y que, precisamente por ello y por la atención suscitada en aquellos últimos coletazos del franquismo, tampoco tuvo continuidad.
En 1976, por lo tanto, hubo que buscar otra fachada legal. La pusieron los vecinos del Parque Cruz Conde, que tenía suelo en los jardines de La Victoria, en lo que luego se conoció como La Habichuela, y que se lo cedió los comunistas para trabajar en la Feria. Entonces, ya se permitió que siguieran en la siguiente edición.
En 1977, con Franco muerto, el Partido Comunista llegó legalizado a la Feria de Córdoba, aunque no sobre el papel. “Ocurrió que cuando solicitamos la caseta, el PCE todavía no era legal. Se legalizó en abril. Así que en mayo seguíamos siendo la caseta del Parque Cruz Conde, pero los camaradas rápidamente jugaron con el nombre de la caseta PCC para que fuera Partido Comunista de Córdoba”, rememora Caballero, que cuenta que la primera Feria de Córdoba en la que hubo legalmente caseta del Partido Comunista fue la de 1978. “Allí ya había hoz y martillo”, remarca el histórico dirigente, que tuvo que pelear igualmente para conseguir suelo propio en aquella edición.
Y es que el limitado espacio del recinto ferial de La Victoria no permitía demasiado suelo para nuevas casetas. El último alcalde franquista, Antonio Alarcón, le ofreció entonces al partido el jardín que había debajo la plaza de la Media Luna, advirtiendo de que quedaba fuera del Recinto Ferial. Finalmente, aceptaron y la decisión acabó siendo un éxito, ya que, con los años, la Feria de Córdoba fue corriéndose hacia abajo por Vallellano y la caseta de los comunistas que empezó en la periferia acabó en el centro del recinto ferial.
Los años felices de La Victoria
Fueron los años felices del triunfo de Julio Anguita, primer alcalde comunista de España, que encadenó dos legislaturas como regidor de Córdoba, y que, pese a ser un hombre recto, no faltaba a la cita con la caseta. Caballero se ríe al recordarlo. “Alguna vez se ha metido en la cocina a hacer alguna cosa, pero había que ir detrás de él”, cuenta sobre el carismático líder de la izquierda española y su relación con la caseta de sus camaradas.
Porque en estos 50 años, el sistema de trabajo ha sido siempre el mismo: trabajo voluntario en cocina y en barra. Autogestión por parte de los camaradas, que conseguían financiación para campañas políticas y otros actos.
Con este modelo, apenas hay dos o tres casetas todavía en la Feria, cuenta Juan Hidalgo, candidato de la confluencia Hacemos Córdoba a las próximas elecciones, y que lleva trabajando como voluntario en la Feria ininterrumpidamente desde el año 2000, cuando entró desde Juventudes Comunistas a trabajar en el Rincón Cubano. De aquella época son famosos sus mojitos, que este año no ha descuidado, pese a que la Feria de Córdoba ha coincidido con la campaña electoral para las municipales.
El Rincón Cubano: salsa, merengue y ron de Cuba
Esto, de hecho, ha sido una constante que Caballero conoce bien. “Yo he participado en algún debate como parlamentario andaluz y he peleado para que las municipales no fueran en mayo, pero no me hicieron caso”, bromea el exdirigente, que recuerda jornadas en la que los camaradas han ido sin dormir desde la caseta a los colegios electorales para trabajar como interventores.
Algunos, seguramente, con olor a ron cubano, la gran revolución que aportó la caseta de los comunistas a la Feria de Córdoba. A Caballero le falla la memoria con el año exacto en la que se incorporó el Rincón Cubano a la caseta del PCE, pero no la historia que hubo detrás. “Habíamos entrado en comunicación con unos distribuidores del ron cubano que había en Cataluña. El ron entonces no era conocido en Córdoba y yo creo que en toda la parte de Andalucía tampoco. Así que conseguimos existencias para toda la Feria y fue un éxito”, relata.
Así nació un pequeño rincón cubano que hoy ocupa la mitad de la caseta del PCE en El Arenal, y que también fue un éxito por la selección musical de merengue y salsa de los disc jockeys. Caballero hasta se atreve a nombrar a Juan Luis Guerra cuando le preguntamos por algún hit de Feria. La bilirrubina dice con sorna el histórico dirigente. A su lado, la actual responsable de la caseta, Carmen María Ruiz, recuerda que sus primeros contactos con la caseta fueron siendo niña, cuando la traían sus padres. Desde 2011, sin embargo, ya como afiliada, está entre bambalinas.
“Nosotros nos financiamos con el trabajo militante y parte de ese trabajo militante consiste en mantener esta caseta de feria, que es un espacio abierto a la ciudadanía cordobesa para que también conozcan cómo somos los comunistas. Y, al mismo tiempo, para nosotros mismos, la caseta es un espacio de camaradería, de estar juntos, como dice Ernesto, de compartir unos ratitos de charlas y de convivencia intergeneracional”, explica Ruiz, que como otros muchos comunistas de la provincia, encontró su caseta en la Feria de Córdoba.
En este sentido, Caballero, a su lado, asegura que hay cantera para que la caseta del PCE dure otros cincuenta años más. “Y yo estaría dispuesto a verlo”, señala el histórico líder del Partido Comunista de Córdoba.
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