Los expedientes de miles de presos de la cárcel de Córdoba durante décadas que formarán parte ya del Archivo Histórico
“Es entregado a la Guardia Civil para ser conducido el titular al lugar de su ejecución. Firmado por el director, el subdirector y el oficial de la prisión de Córdoba”. Este es el último apunte del expediente de un represaliado durante la Guerra Civil en la prisión de Córdoba. Como este, miles de expedientes forman parte del Archivo de Instituciones Penitenciarias y, ahora, todos los documentos sobre los internos de la cárcel que pasaron por allí entre 1930 y 1970 se prepararán y catalogarán para ser trasladados al Archivo Histórico Provincial y ser parte para siempre de la historia de la ciudad.
El Centro Penitenciario de Córdoba acaba de licitar un contrato precisamente para esa tarea, el servicio de organización del archivo de la prisión para el traslado de expedientes de esas cuatro décadas al Archivo Histórico Provincial. Ya desde hace unos años, el Archivo General del Ministerio del Interior, a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ha venido coordinando e impartiendo criterios de tratamiento técnico a los archivos de gestión de los centros penitenciarios, como el de Córdoba, para “los trabajos de preparación y autorización de las transferencias de esta serie documental de expedientes personales de internos, de cara a su transferencia” a los archivos históricos de cada provincia.
En el caso de Córdoba, Instituciones Penitenciarias había avanzado ya desde hace un tiempo los trabajos de catalogación sobre los expedientes de los prisioneros durante los años de la Guerra Civil y la represión franquista -como se contaba en este reportaje de Cordópolis-, que eran objeto de estudio y análisis por investigadores en Memoria Democrática y por familiares en busca de pistas sobre el paradero de víctimas represaliadas.
Parte de esos expedientes ya obraban en poder del Archivo Histórico Provincial y muchos otros habrían de prepararse para su traslado. Ahora, se toma como horquilla temporal las cuatro décadas que comprende desde 1930 a 1970, para que las vidas de aquellos presos sean ya tomadas como parte de la historia.
En esos expedientes, figuran los miles de nombres de los presos, sus huellas dactilares e historias también, con todo los detalles de lo acontecido durante el tiempo que pasaron en prisión, una memoria que ahora se guardará en el Archivo Histórico.
Trabajo laborioso y delicado
Ahora, la empresa que resulte adjudicataria del contrato que se acaba de licitar, deberá hacerse cargo de las distintas tareas que conlleva este proceso laborioso y delicado.
Según el pliego de condiciones, llevará a cabo el traslado de las cajas con los expedientes desde el depósito de la prisión, la manipulación de los expedientes para su adecuación (limpieza en primer lugar mediante brochas), la retirada de elementos que perjudiquen su conservación: materiales en mal estado, elementos metálicos y plásticos, y la preparación de cada expediente en carpetillas.
Asimismo, se identificará cada expediente, se grabarán los datos mediante la actualización de la base de datos, se acondicionarán los documentos en cajas de archivo normalizadas y se analizarán para la redacción de modelos de descripción de su contenido, entre otras tareas. El traslado al Archivo Histórico Provincial se establece en “un mínimo de 300 expedientes al mes”.
Como se ha venido haciendo con expedientes anteriores, los que lleguen desde la prisión para completar las décadas de 1939 a 1970 se digitalizarán ya en el Archivo Histórico Provincial, quedando ya así para siempre grabada y conservada las historias y la memoria de los presos de la cárcel de Córdoba.
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