Denuncian a un cura que expulsó de la iglesia a un niño con un trastorno madurativo
Una familia de Montalbán ha denunciado la actitud que tuvo un párroco que acudió a dar misa en sustitución del sacerdote de la localidad el pasado domingo y que expulsó de la Iglesia a un niño de siete años con un trastorno madurativo y a su madre. El Obispado ya ha pedido disculpas a la familia por la actitud del sacerdote y ha aclarado que no tuvo nada que ver en su elección como sustituto.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo 12 de marzo en la misa de las 12:00 en la localidad cordobesa. Según detalla el padre del menor, su hijo acudió a la eucaristía con su madre, donde reaccionó ante la presencia del nuevo párroco llamándole “papá” y señalándolo. En este ámbito, el progenitor detalla que el trastorno que sufre su hijo se manifiesta en el habla, de manera que sólo puede expresar palabras sueltas y con un vocabulario muy simple.
A pesar de ello, según el padre, el párroco sustituto reaccionó preguntando que qué le ocurría al niño y si no tenía “problemas de educación”, y, tras varios movimientos y gestos más del pequeño, acabó conminando a la madre a que abandonara el templo, diciendo que “el niño y la madre no tenían que estar dentro de la iglesia, que tenían que estar al sol” (la expresión vulgar “poner al niño al sol” se utiliza coloquialmente en algunos sitios como método para que se produzca el cierre de la fontanela en niños faltos de vitamina D).
En ese momento, según el relato de los progenitores, el menor abandonó el templo con otros tres niños y la catequista, mientras que el cura siguió hablando de él hasta que varias personas le dijeron que cesara en su actitud. Al término de la misa, la madre y otras personas entraron para pedir explicaciones al párroco sustituto, que, al parecer, “no reconocía su error y decía que el niño no podía estar en la Iglesia”.
Pidió perdón de rodillas, pero “riéndose”
Finalmente, el sacerdote se arrodilló y acabó pidiendo perdón a la madre aunque riéndose, lo cual llevó al enfado de la progenitora, que no aceptó las disculpas. Esa misma tarde, varios feligreses llamaron al Obispado de Córdoba quejándose del párroco.
Un día después, el lunes, el vicario general de la Diócesis, Antonio Prieto Lucena, se puso en contacto con la madre del niño en cuanto tuvo conocimiento de lo ocurrido para trasmitirle las disculpas “por el trato injusto recibido por su hijo durante la celebración de la eucaristía en la parroquia de Montalbán”.
Desde el Obispado han indicado a este periódico que, en esta conversación, el vicario general puso a disposición de la familia los recursos necesarios del Obispado para reparar el daño y le indicaron que “el sacerdote que presidió la eucaristía ha sido corregido y reconoce su gravísimo error”.
Según detalla la diócesis, el sacerdote que ofició la misa el domingo en Montalbán “está en el ejercicio de su ministerio, atiende el centro de convivencias ”San José“ de Cabra, aunque no tiene encargo pastoral en ninguna parroquia de la diócesis de Córdoba”. Según los progenitores, ese día acudió a cubrir la baja del cura de Montalbán invitado por el mismo párroco, que lo conocía. Este sacerdote ha pedido también disculpas a la familia, que sólo quiere olvidar lo ocurrido y, sobre todo, que el sacerdote suplente no vuelva a cometer un acto de esta naturaleza.
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