Córdoba tiene capacidad para abastecer agua depurada durante 40 horas ante un apagón como el del lunes

La ciudad de Córdoba tiene capacidad para abastecer de agua depurada durante 38-40 horas en mitad de un apagón de energía como el que se ha vivido este lunes. El dato lo ha facilitado este martes el alcalde de Córdoba, José María Bellido, cuando trazaba la cronología de actuaciones llevadas a cabo desde el Ayuntamiento ante el evento histórico de este 28 de abril.
Un evento que, muy pronto, comenzó a generar sospechas sobre un posible corte del suministro de agua, tras haberse fundido a negro toda la capacidad eléctrica de la Península Ibérica. De hecho, la venta de agua embotellada fue espectacular este lunes en los comercios y supermercados, mientras que las redes de mensajería se llenaban de advertencias y consejos centrados en hacer acopio de agua.
Este martes, el alcalde ha ofrecido algunos datos muy interesantes sobre la capacidad que tiene esta ciudad para abastecer de agua depurada para más de 300.000 personas que, a su vez, carecen de energía. Como mínimo, ha dicho Bellido, Córdoba tiene músculo para garantizar el abastecimiento durante un periodo de entre 38 y 40 horas desde el inicio del apagón.
Es decir, si el apagón se hubiera alargado hasta hoy miércoles, la ciudad hubiera comenzado a sufrir problemas de abastecimiento de agua en las viviendas y comercios. Afortunadamente, no ha ocurrido esa eventualidad, si bien ya el mismo lunes, los técnicos de la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) tomaron medidas para hacer frente a los desafíos que presentaba el apagón histórico, para el que no había protocolo de actuación fijado.

La primera fue inmediata: El servicio de suministro de agua fue declarado un servicio crítico de emergencia durante la situación. Eso obligaba a tomar medidas de manera urgente, ya que, a pesar de contar con reservas de agua depurada, también había partes de la ciudad que requieren de sistemas de bombeo para que el agua llegue a los domicilios, y que estos sistemas dependen de la energía eléctrica.
Ante esta realidad y la incertidumbre sobre la duración del apagón, se hizo imperativo asegurar que el suministro no se interrumpiera de inmediato, ni tampoco en los días posteriores si la situación se prolongaba. Para contrarrestar el riesgo de interrupción, la respuesta municipal incluyó la instalación de 11 generadores. Estos equipos comenzaron a desplegarse a partir del apagón.
La mayoría de estos generadores se ubicaron en instalaciones clave de Emacsa, fundamentalmente en Villa Azul, pero también en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) y otras ubicaciones estratégicas.
La rápida actuación y la puesta en marcha de estos generadores fueron fundamentales para que, como ha sucedido, el suministro de agua no se interrumpiera en ningún momento durante la emergencia. Esta medida proactiva aseguró que un servicio esencial estuviera garantizado a pesar de la caída generalizada del suministro eléctrico.
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