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Sin contratos dignos hasta que llegaron al Hospital de Burgos: 20 enfermeras recién graduadas en Córdoba logran su primer trabajo

Natalia y Paula, de izquierda a derecha.

Alejandra Luque

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La historia de Natalia, Ana y Paula es la misma que la de otras 17 chicas que en apenas semanas -en algunos casos, días- se estaban graduando en Enfermería en la Universidad de Córdoba cuando ya tenían su primer contrato laboral bajo el brazo. La historia de estas profesionales es, también, la de la “conexión” perfecta entre dos delegaciones del sindicato Satse y el Hospital Universitario de Burgos. Y es, también, la historia de la precariedad de la sanidad pública en Andalucía, que ya ha perdido el talento y la profesionalidad de esta veintena de chicas cordobesas.

Todo comenzó el pasado mes de junio, cuando en un congreso se dieron cita los responsables provinciales de Satse Córdoba y Satse Burgos. Ambos intercambiaron los problemas que acucian a sus provincias: mientras que la primera sufre un grave problema de paro de enfermeras, la segunda padece una falta acuciante de este tipo de profesionales. Para intentar paliar esto, desde Satse Burgos contactaron con el hospital universitario de la capital burgalesa para cerciorarse “de si los contratos que ofrecían eran dignos. Y así eran. Lo que no podíamos era captar personal para contratos de dos meses”, explica a Cordópolis la secretaria provincial del sindicato en Burgos, Silvia López.

Tras ello, la delegación del sindicato en Burgos contactó con la de Córdoba, quien, a su vez, trasladó las ofertas de trabajos a estas enfermeras, que acababan de graduarse. Y la entrega de currículums fue sucediéndose sin cesar. Para acelerar las contrataciones, Satse Burgos llegó a llevar los contratos en mano a la Dirección de Enfermería y a Personal, a quienes también ayudó introduciendo todos los datos y méritos de cada una de las enfermeras. “Queríamos que todo fuera lo más rápido posible para que las chicas vinieran cuanto antes porque, además, debían buscar un piso donde vivir”, apunta López. Las primeras incorporaciones fueron en julio y los contratos son hasta el 31 de enero, aunque desde el hospital ya les han confirmado que, lo más seguro, es que se prorroguen.

Todas las enfermeras contratadas, de una única promoción

Cuando Natalia, Paula y Ana se graduaron, contactaron con Satse Córdoba para orientar sus trayectorias profesionales. “En el sindicato fueron claros: en Córdoba y en Andalucía era muy complicado”, cuenta Natalia a Cordópolis. “Los contratos son muy malos, algunos incluso de horas, y ya no hablemos del sueldo. Además, ahora están llamando a enfermeras que llevan en la bolsa desde hace dos años”. Una muestra de esta precariedad es que, de junio de 2021 al mismo mes en 2022, Córdoba sufrió las bajas de 167 enfermeras que, por motivos laborales, salieron del colegio profesional de la provincia para darse de alta en otro.

Natalia es de las más jóvenes que han llegado a este hospital. Tiene 22 años, aunque la mayor solo tiene 24. Todas forman parte de la misma promoción. Su contratación fue tan rápida que apenas le dio tiempo a pensárselo. Echó el currículum y a la semana estaba en Burgos. Ejerce de pool, es decir, trabaja en las plantas donde se le requiere, como es Hematología o Medicina Interna. En el caso de Paula, tras enviar su currículum, a los dos días la llamaron desde el hospital “para decirme qué día me venía bien incorporarme”. Su compañera Ana es enfermera de Quirófano y Paula, de Medicina Preventiva.

“¿Qué fue lo primero que os dijeron vuestros padres?”. “Pues que estaban muy sorprendidos y que no veas el frío que íbamos a pasar, que es así, vaya, pero muy contentos porque ven que los contratos son de larga duración”, comentan entre risas las enfermas. Da la casualidad, además, que las tres proceden de la provincia: Natalia, de Belalcázar; Paula, de Palma del Río; y Ana, de La Carlota. Cuando supieron que se incorporarían al hospital, iniciaron la búsqueda de piso. La primero en hacerlo fue Natalia. Aunque la vida allí “es un poco más cara que en Córdoba”, afirman, el precio por habitación es similar, “entre 200 y 250 euros”. A ello también les ayudó “muchísimo” Satse Burgos, que “nos orientó sobre las mejores ubicaciones para que nos compense por cuestiones de distancia”. Echan de menos Córdoba, “su gente y su ambiente”, pero saben que su futuro más inmediato está en Burgos, ya que están muy esperanzadas en la prórroga de sus contratos en un hospital donde les han echo sentir “como en casa”.

Problema de Burgos para contar con enfermeras

La llegada de las cordobesas al Hospital de Burgos “ha sido todo un aire fresco para la plantilla” que, sin ellas, veía, por un lado, peligrar “sus días de permiso y, por otro, la obligación de echar más horas extras”, señalan desde el sindicato.

El problema que sufre este hospital viene de largo. “Somos una provincia que se vio agravada por la pandemia. Las necesidades comenzaron a ser muy grandes y las plazas no se acababan de cubrir porque había contrataciones de muy corta duración. Esto era contraproducente para nosotros mismos y para el hospital porque tenemos comunidades autónomas limítrofes muy potentes en contratación, como Asturias y Cantabria”. Esto hacía, continúa López, “que la migración de recién graduados fuera enorme, personas que veían que les ofrecían contratado de tres meses frente a los seis que les daban en otras ciudades”.

A pesar de que la situación en el hospital “va mejorando”, asegura, “hay que seguir trabajando tanto a nivel económico, aunque no depende de la gerencia del centro, como a nivel de la comunidad autónoma, todo ello con el objetivo de reconocer el trabajo que hacen las enfermeras. Tenemos que frenar esa migración hacia el extranjero. No podemos permitirnos formar a enfermeras y que se vayan fuera de nuestro país”.

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