La CHG prevé medidas ante “la problemática existente” de pozos y vertidos en el Bejarano
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) asegura que tiene previstas unas serie de medidas y actuaciones ante la problemática de captaciones de agua con pozos ilegales y vertidos de aguas residuales en el arroyo Bejarano y los Baños de Popea, declarado como Reserva Natural Fluvial para su protección en la Sierra de Córdoba.
El organismo de cuenca señala que “es consciente de la problemática existente en relación con los usos, captaciones de agua y vertidos existentes en la zona” de la cabecera del arroyo Bejarano. En ese sentido, asegura que “su intención es abordar una batería de actuaciones para solucionar dicha problemática”.
La CHG se expresa en estos términos en su respuesta al requerimiento del Grupo de Trabajo para la Protección de las Fuentes y Cauces Fluviales de la plataforma A Desalambrar, que en sendos escritos de mayo y septiembre de 2021 solicitó al organismo un estudio en la cabecera del arroyo Bejarano sobre el impacto en su cauce de las construcciones y los pozos existentes en la zona, así como de los vertidos incontrolados.
En su escrito de respuesta, fechado este mes de agosto y al que ha tenido acceso este periódico, la Confederación recuerda que entre 2015 y 2017 realizó “un inventario detallado de presiones e impactos existentes” en el arroyo Bejarano y que, a partir de ahí, elaboró un documento con propuestas de medidas para la gestión de este entorno.
Entre estas medidas previstas ya se ha llevado a cabo un estudio de la delimitación del dominio público hidráulico del arroyo Bejarano, “como primer paso para las medidas de control, vigilancia y seguimiento de las actuaciones de conservación” que se pretenden realizar en esta zona de la Sierra.
Trabajo con Urbanismo
Asimismo, la CHG contempla el “control y seguimiento de usos del dominio público hidráulico” y dice que “la intención es no autorizar nuevas edificaciones y proceder al control de las parcelaciones existentes en la zona”, con la “imprescindible colaboración de la Gerencia Municipal de Urbanismo” de Córdoba.
De igual forma, otra de las medidas pendientes es el control y seguimiento de los caudales ecológicos, estableciendo un sistema de medición de los mismos, además de elaborar un inventario, revisar administrativa y legalmente y controlar los vertidos en la zona que van a parar al arroyo Bejarano. “Se está trabajando conjuntamente con la Gerencia de Urbanismo para la ordenación del saneamiento de la zona”, asegura en su escrito la Confederación.
Junto a ello, la CHG prevé el diseño y ejecución de infraestructura de tratamiento y vertido de aguas residuales, sobre lo que recomienda la creación de una infraestructura de tratamiento conjunto de los vertidos en la zona y apunta que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la capital trabajan conjuntamente para establecer una estación depuradora de aguas residuales en la barriada de Santa María de Trassierra, núcleo de población junto al Bejarano.
Con todo ello, la Confederación dice en su escrito que el estudio de impacto solicitado sobre las captaciones de agua y vertidos en el cauce del Bejarano se deberá llevar a cabo cuando se identifiquen de modo exhaustivo las captaciones y puntos de vertido, así como se apliquen los medidores de caudal.
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