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REPORTAJE

El campo de tiro de Cerro Muriano vuelve a colocar a Córdoba en el mapa de los grandes incendios

Incendio activo desde el pasado viernes en el campo de tiro de Cerro Muriano

Juan Velasco

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Quema sobre quemado en Cerro Muriano. El incendio forestal iniciado el pasado viernes junto al campo de tiro de la base militar de Cerro Muriano ha despertado malos recuerdos de la población de esta localidad, cuyo término municipal se divide entre Obejo y Córdoba capital, y desde donde opera la base militar Guzmán el Bueno Bri X, del Ejército de Tierra, la mayor zona de defensa nacional del país, que se extiende a lo largo de 4.399 hectáreas por los términos municipales de Córdoba, Obejo y Villaviciosa de Córdoba.

Desde el pasado viernes, toda esta lengua de terreno suena a motor de helicóptero, un zumbido familiar en la zona, donde también se ubica el centro de operaciones del Infoca en Córdoba, junto a Los Villares. El problema es que el sonido que no cesa desde hace ya tres días, recuerda a otro verano, de hace 17 años.

Como ocurrió el pasado viernes, hace 17 añis, un incendio se inició en las cercanías del campo de tiro de la base militar, ubicado en el corazón de Sierra Morena. No muy lejos de allí, el El 27 de julio de 2007, se originó un fuego devastador que arrasó con 4.100 hectáreas de terreno, y se convertiría en uno de los incendios más significativos de la provincia.

Curiosamente, también era viernes por la tarde cuando comenzaron los avisos. Las llamas de aquel 27 de julio de 2007 se originaron en los límites del recinto militar de Cerro Muriano. La rápida propagación del fuego afectó 2.600 hectáreas del campo de tiro y otras 1.500 hectáreas de fincas colindantes, causando un daño considerable a terrenos de alto valor ecológico, incluyendo los Lugares de Interés Comunitario de la Red Natura 2000, junto al Guadalmellato.

También durante tres días, los equipos del Infoca y varios especialistas lucharon incansablemente para controlar el incendio. Finalmente, el 30 de julio, un lunes, la Junta de Andalucía declaró el incendio bajo control. Sin embargo, el daño ambiental ya estaba hecho, y la comunidad local quedó en estado de shock.

Aquel fuego llegó a provocar trifulcas políticas entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Defensa, y eso que en ambas administraciones gobernaba el PSOE. De hecho, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, anunció una investigación de oficio para determinar el origen del incendio. 

Inicialmente, las autoridades consideraron la posibilidad de que el fuego fuera provocado, lo que llevó a abrir diligencias y transferir el caso al Juzgado de Instrucción número 2. La Fiscalía Provincial de Córdoba también inició una investigación paralela. Finalmente, los informes del Infoca y del Ejército acabarían enterrando el proceso.

Mientras tanto, la Junta de Andalucía y el Ejército se enzarzaron en una disputa sobre la responsabilidad del incendio. La Junta acusó a los militares de ser responsables del fuego debido a la explosión de proyectiles no detonados durante las prácticas militares, aunque las causas exactas estaban todavía bajo investigación.

La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, pidió al Ministerio de Defensa que reforzara las medidas de seguridad en los campos de tiro. Se propuso un plan que incluía “quemas controladas” antes del verano para detonar municiones no explotadas y ampliar los cortafuegos, ya que los existentes se demostraron insuficientes durante el incendio.

El Ministerio de Defensa, por su parte, triplicó los cortafuegos en la base militar y aumentó las patrullas de vigilancia para evitar futuros incidentes. A pesar de estos esfuerzos, la memoria del grave incendio de 2007 permanecía viva, y la comunidad seguía preocupada por la posibilidad de nuevos siniestros.

Impacto Ambiental

El incendio de Cerro Muriano no solo devastó vastas áreas de terreno, sino que también tuvo un impacto significativo en la fauna y flora local. El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) invirtió 1,7 millones de euros en trabajos de restauración y repoblación forestal en 264 hectáreas afectadas, labores que se completaron en 2010.

Ecologistas en Acción, por su parte, exigió constantemente sin éxito al Ministerio de Defensa que prohibiera el uso de fuego real en el campo de tiro y activara un plan para limpiar de proyectiles la zona, argumentando que las prácticas militares con munición real en condiciones meteorológicas adversas eran un peligro constante.

En los años siguientes, el campo de tiro de Cerro Muriano continuó siendo un punto conflictivo. En 2008, el campo fue nuevamente pasto de las llamas en varias ocasiones. En 2012 hubo otro incendio. Ninguno de ellos de tanta envergadura como el que se inició el pasado viernes, cuando el campo de tiro de Cerro Muriano volvió a ser pasto de las llamas. A falta de confirmación oficial, los satélites de Google Maps han calculado que se han quemado 2.200 hectáreas de bosque, convirtiendo el de este fin de semana en el incendio forestal más dañino del 2024 y, desde luego, el que peores recuerdos ha evocado entre la población local.

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