El calor no entiende de convenios: la jornada intensiva expiró pero Córdoba sigue a 40 ºC
Córdoba vive esta semana varias jornadas con avisos por calor de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por temperaturas que pueden alcanzar los 39 ºC en el observatorio del aeropuerto y los 40 ºC en distintos puntos de la ciudad. Sin embargo, a estas alturas del calendario, ya han expirado las jornadas intensivas para trabajadores de la construcción o del campo que buscan protegerles del calor del verano. Y, ahora, afrontan estos días con ese mismo calor pero sin el horario restringido para no estar expuestos a las temperaturas más elevadas.
En el caso de los trabajadores del campo, el convenio establecía que la jornada intensiva se aplicara entre el 2 de junio y el 31 de agosto. En la construcción, se ha hecho lo propio entre el 16 de junio y el 5 de septiembre. Pero para esta semana, sobrepasado ya el ecuador de septiembre, no existe esa cobertura. Y es esta semana cuando la Aemet ha activado avisos amarillos centrados en el Valle del Guadalquivir y la Campiña, incluyendo a Córdoba capital, entre martes y jueves -de momento-, con máximas que llegarán a 39 ºC y, según el predictor automático de la agencia podrían alcanzar los 40 ºC el jueves. De ser así, la Aemet tendría que activar el aviso naranja en Córdoba.
Con esas temperaturas y sin la obligación de la jornada intensiva en la construcción y el campo, los trabajadores podrían sufrir en las horas centrales del día el calor de estas jornadas mientras faenan. En las fechas establecidas en sus convenios, han trabajado siete horas -una menos- y en horario continuado de mañana, para terminar antes de las 15:00, siendo lo normal de 7:00 a 14:00. Pero ese horario ya ha decaído, según confirman fuentes de CCOO a este periódico. Solo en el caso particular de cada empresa, se podría negociar un horario adaptado, que luego habría que cuadrar en el cómputo anual de horas trabajadas.
En la provincia de Córdoba hay unos 55.000 trabajadores del campo y unos 20.000 de la construcción, las dos principales actividades afectadas por esta situación, con el desarrollo de sus labores en el exterior con las temperaturas que haya. Asimismo, hay otros trabajadores cuyos convenios no establecen la jornada intensiva aunque sí la recomendación de hacerla, como es el caso del sector de la madera -5.000 trabajadores- o en los derivados del cemento -otros 2.000 empleados-.
Hay que recordar que las altas temperaturas comenzaron en el mes de mayo en Córdoba y, entonces, los trabajadores de estos sectores, tampoco estuvieron cubiertos por la jornada intensiva que comenzaba en fechas posteriores.
Medidas de protección frente al calor
No obstante y aunque ya no haya jornada intensiva establecida, el Real Decreto-ley 4/2023 (RD), de 11 de mayo, ordena la obligación del empresario de prever medidas adecuadas frente a los riesgos por fenómenos meteorológicos adversos, ya sea por frío, viento, lluvia o calor.
Entre esas medidas y dado el calor de estos días, estarían proporcionar más descansos, realizar los trabajos físicos más fuertes a primera hora de la mañana, ofrecer medios de protección como gorras y asegurar el acceso a agua fresca. Además, si la Agencia Estatal de Meteorología emite un aviso naranja o rojo, el Real Decreto señala que el empresario debe reducir o modificar las horas de desarrollo de la jornada prevista.
Junto a ello e independientemente de lo que se estipula en este Real Decreto, está la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que establece unas temperaturas máximas para el trabajador, y si estas se sobrepasan, este tiene derecho a parar de trabajar alegando que su seguridad y salud están en riesgo.
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