El aceite de oliva virgen extra alcanza un precio histórico de ocho euros por kilo en origen
El aceite de oliva virgen extra acaba de alcanzar un precio histórico. Según el sistema de precios Pool Red, el kilo de AOVE en origen se paga a ocho euros, una cifra inimaginable hace unos meses y que evidencia el estado de estrés que atraviesa el mercado oleícola internacional. Tal es el nivel de estrés que el aceite de oliva virgen se paga a 7,50 euros el kilo y el lampante, el de peor calidad, a más de siete euros.
Fuentes del sector han confirmado que este verano hay escasas operaciones de venta por dos motivos. El primero es que los almacenes están casi vacíos. El segundo, unos precios que están por las nubes.
A día de hoy, casi todo el aceite de oliva virgen extra está vendido. Por lo que el escaso producto que queda en las almazaras sale a precios nunca vistos. Esto se traduce también en los supermercados, donde no es raro encontrar un litro de aceite de oliva a más de diez euros. La mayor parte del producto que sale de las almazaras es el de peor calidad, el lampante. Y algunas mezclas.
La crisis de precios está motivada fundamentalmente por la sequía, que ha menguado la producción a casi la mitad de lo previsto. Esto ha provocado que el mercado, que sigue siendo fuerte, haya pagado el precio que se ha puesto por el aceite producido. Y que se estén cerrando ya operaciones para la próxima campaña. Muchas almazaras tienen ya casi todo el aceite vendido, a pesar de que se espera una segunda campaña muy escasa de producción, que en algunos casos no salvaría ni un otoño muy húmedo.
La próxima campaña: la mitad de una cosecha normal
El calor del mes de abril quemó gran parte de la flor de olivo que ya había cuajado. Algunos árboles lograron salvar el estrés hídrico con un junio húmedo, aunque insuficiente. Aún no se han realizado aforos, pero los productores prevén que nuevamente la campaña se quede a la mitad de lo que debería ser una cosecha normal. Y la previsión es que en este caso los precios sigan siendo muy altos.
En el sector se trabaja ya con una caída del consumo del 40%. Las almazaras temen este escenario, ya que muchos consumidores se están pasando a otras grasas y costará recuperar el mercado que se había ido conquistando en los últimos años, una vez que la producción se estabilice.
El mercado oleícola internacional depende de manera muy importante de lo que ocurra en las provincias de Córdoba y Jaén, donde se produce más del 25% del aceite de oliva de todo el mundo. Italia y Turquía también han sufrido una intensa sequía. De hecho, Turquía ha limitado la exportación de aceite para poder atender la demanda interior, ante la escasez de producto que ya se va notando a nivel internacional.
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