Los sindicatos agrarios advierten de abusos a trabajadores inmigrantes en los tajos del ajo y la naranja
“La situación en el campo de Córdoba no es mucho mejor a lo que estamos viendo en Huelva”. Rubén Flores es portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) y este miércoles ha entregado un escrito en la Subdelegación del Gobierno junto a el movimiento MAT, el Consejo de la Juventud de Córdoba y CNT para pedir una reunión y denunciar los abusos a trabajadores inmigrantes que, aseguran, también se producen en el campo cordobés, principalmente en el ajo y la naranja.
“De momento, las denuncias que tenemos son laborales”, admitió Flores, quien destacó que la Policía Nacional y la Guardia Civil ya llevaron a cabo una operación especial en Palma del Río durante la campaña de la naranja donde también se detectaron abusos sexuales a trabajadores inmigrantes. Flores también aseguró que en la campaña del ajo hay “asentamientos de inmigrantes” que no están en las mejores condiciones“, y demanda que se cumplan los convenios agrarios que están en vigor.
Helena Chacón, del Consejo de la Juventud de Córdoba, denunció que el sector más precarizado de todos es el femenino, sobre todo si además son inmigrantes. “Ser mujer es un extra más para estas explotaciones”, lamentó.
Gustavoz Sánchez, portavoz de CNT, denunció que la campaña del ajo genera al año medio millón de jornales, y que en algunos casos no se cumplen los convenios. Así, dijo que el convenio establece que la caja recogida se paga a 1,65 euros, pero que a muchos extranjeros inmigrantes se le está pagando a 1,20 euros. Sánchez reclamó más presencia de la Inspección de Trabajo en estos puntos.
Por su parte, Salomón Beyo, de MAT (El Mundo y África Trabajan), denunció que “se nos llama emigrantes económicos. Si vienen de otra parte del mundo son refugiados. Y nosotros somos refugiados”, en referencia a los subsaharianos que están trabajando en las campañas cordobesas. “Pedimos que se respeten los derechos humanos, pues al llegar nos meten directamente en la cárcel”, lamentó. “No podemos quedarnos mirando. No es un caso aislado”, dijo en referencia a la situación de la campaña de la fresa en Huelva.
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