El Reina Sofía celebra el Día del Prematuro enseñando a reducir la ansiedad a las familias
El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba celebra como cada año, el Día Mundial del Prematuro con una jornada de convivencia y actividades con las familias para reducir el estrés y la ansiedad. Este año, la unidad de Neonatología ha programado un desayuno con los padres y madres que tienen a sus hijos ingresados y también con todas las personas que han pasado por esta unidad y se han querido sumar.
Según ha indicado la Junta en una nota, ha sido un acto “muy entrañable” que ha permitido a los padres y madres intercambiar experiencias, reducir la ansiedad de las familias que tienen a su hijo ingresado y comprobar que muchos recién nacidos que pasaron por esta unidad, ya están en sus casas, llevando una vida normalizada. Para visualizar este concepto, además del desayuno se ha instalado un mural en la segunda planta (donde se ubica el espacio de ingreso).
El mural lo han ido construyendo los propios familiares de niños ingresados y los padres y madres que han participado en el acto con su hijo. Concretamente, los familiares con niños ingresados han ido colgando calcetines con la fecha de nacimiento del recién nacido en una cuerda y, los padres y madres cuyos bebés ya están dados de alta, han colgado una foto de sus hijos.
Según ha destacdo la supervisora de la Unidad de Neonatología, Lourdes del Río, “hemos organizado esta jornada con mucha ilusión, tiendo en cuenta todas las emociones y tensiones que una persona experimenta cuando tiene que enfrentarse al ingreso de su hijo”. En este sentido, uno de cada diez nacimientos es prematuro a nivel mundial, por lo que son muchas las familias que pasan por este difícil momento.
La jornada también ha puesto el foco en los bebés, regalándoles a los 24 niños que en estos momentos están ingresados en la unidad, un globo y una bolita de decoración con el texto Mi primera Navidad. El resto de niños y niñas que no están ingresados pero que sí han participado en la conmemoración de este día han recibido un osito de peluche como obsequio.
Por la tarde, la unidad de Neonatología ha organizado un taller denominado Vuelta a casa, dirigido a los familiares de bebés prematuros que están ingresados en estos momentos y que en breve, recibirán el alta médica. Se trata de una formación práctica, en la que la enfermera de la unidad Cristina González, les explicará cómo bañar a sus hijos, cómo darles de comer.
Con esta formación, la unidad da respuesta a una de las demandas más repetidas por los familiares, ya que después de un periodo largo de ingreso, los adultos tienen que enfrentarse al cuidado de sus hijos sin la supervisión del especialista y esta situación les suele generar ansiedad y estrés.
Precisamente por ello, a partir de ahora, cada mes se desarrollará este taller, de forma que todos los padres y madres que necesiten estas pautas, puedan haberlas practicado antes de recibir el alta médica, con la supervisión de la especialista.
Para abordar las complicaciones derivadas de un parto prematuro, en los últimos años el hospital ha puesto en marcha una serie de mejoras para favorecer el desarrollo neurosensorial y emocional del recién nacido como la implantación de los cuidados centrados en el desarrollo y en la familia (CCD).
Estos cuidados implican el desarrollo de acciones que se basan en la reducción de los niveles de estrés a través de la optimización del ambiente (luces, ruidos), de la práctica del Método de la Madre Canguro, evaluación y tratamiento del dolor, así como el reconocimiento de la familia como referencia permanente del recién nacido, haciéndoles partícipes de los cuidados de su hijo durante y después de la hospitalización.
En esta línea, los profesionales realizan talleres con los padres y madres en los que se pretende instruir a los padres en los cuidados de sus bebés prematuros, resolviendo dudas, etcétera.
Líneas de investigación
Los profesionales de la unidad mantienen en estos momentos activas diferentes líneas de investigación relacionadas con la prematuridad, a través de la participación en estudios multicéntricos, así como de proyectos propios. Por último, el equipo de Neonatología imparte formación periódica, reglada y acreditada en relación a la reanimación cardiopulmonar en sala de partos, alimentación con leche materna en situaciones de prematuridad extrema y actualización en CCD.
Tanto los avances obstétricos como las mejoras en la práctica clínica y en los cuidados neonatales han contribuido de forma considerable a la disminución de la morbimortalidad. Actualmente, el hospital Reina Sofía ha registrado un ascenso en las tasas de supervivencia en los niños más inmaduros menores de 32 semanas o con 1.500 gramos de peso al nacer, pasando en las últimas décadas del 70 al 80-90 por ciento. A medida que la edad gestacional es mayor, aumentan las tasas de supervivencia y disminuye de forma progresiva la prevalencia de complicaciones a corto y largo plazo.
Según ha explicado la facultativa coordinadora de la unidad de Neonatología, María José Párraga, “aunque no es posible establecer una causa concreta de prematuridad, existen determinados factores de riesgo que pueden conducir a un nacimiento antes de lo esperado, como por ejemplo las edades de gestación (por encima de los 45 años o por debajo de los 18), los partos prematuros previos, los abortos de repetición, enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes o cardiopatías y el bajo peso o la obesidad previa al embarazo”.
Determinantes relacionados
Además, existen otros determinantes relacionados directamente con el feto o con el propio embarazo, como la gestación múltiple, la existencia de un ambiente social desfavorable, falta de control del embarazo, infecciones (urinaria, vaginal o uterina), malformaciones fetales y consumo de alcohol, tabaco o drogas, entre otras.
La inmadurez con la que nacen estos niños condiciona su vulnerabilidad y aumenta el riesgo de complicaciones, ya que la mayoría de sus funciones biológicas se desarrollan fuera del seno materno, por lo que la calidad y complejidad de los cuidados y prestaciones aumenta.
Algunas de las morbilidades más frecuentes son las derivadas de la hipoxia-isquemia perinatal, el síndrome de dificultad respiratoria por inmadurez pulmonar, las infecciones, lesiones del sistema nervioso central y malformaciones, entre otras. Asimismo, a largo plazo, aumenta el riesgo de trastornos de salud y discapacidades como la parálisis cerebral, deficiencias en el lenguaje y aprendizaje, déficit de atención, enfermedad pulmonar crónica, déficit visual, estrabismo, sordera, retraso en el crecimiento y síndrome de muerte súbita, entre otros.
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