El refugio antiaéreo de Villanueva de Córdoba sigue sin estar en el Mapa de Lugares de Memoria
En enero de 2018, el Gobierno de la Junta de Andalucía -con el PSOE al frente entonces-, anunció que el refugio antiaéreo excavado bajo la Plaza de España de Villanueva de Córdoba durante la Guerra Civil sería declarado Lugar de Memoria Democrática. Seis años después, el refugio de Villanueva no aparece aún en el Mapa de Lugares de Memoria de Andalucía, algo sobre el que el Defensor del Pueblo ha iniciado una actuación de oficio al constatar que este plano sigue con las mismas 50 referencias con las que se abrió en el año 2017.
Así, en el Mapa de Lugares de Memoria Histórica en Andalucía, catalogado digitalmente en una página web puesta en marcha el 9 de mayo de 2017 con 50 referencias repartidas por las ocho provincias, no hay inscripción nueva alguna desde entonces, más de siete años después, ya con dos gobiernos del PP al frente de la Junta. “Continúan catalogadas las mismas 50 referencias”, constata en su actuación de oficio el Defensor del Pueblo andaluz, Jesús Maeztu. Y, con ello, no aparece identificado el refugio de Villanueva de Córdoba.
Desde que el PP gobierna en la Junta se han aprobado tres nuevos Lugares de Memoria, entre ellos el refugio antiaéreo de Villanueva, aunque la tramitación de su expediente se iniciara con el último gobierno del PSOE.
Se trata del refugio antibombardeos de la Guerra Civil mejor conservado de la provincia y que fue recuperado con el fin de que ese episodio oscuro de la historia no quedara en el olvido. Esta construcción se convirtió en plena contienda civil en uno de los mayores espacios para escudarse ante los bombardeos aéreos de la guerra, en las entrañas de la principal plaza de Villanueva de Córdoba. En poco más de ocho meses en el año 1938 se erigió este refugio, cuando el municipio duplicó su población con la afluencia de refugiados de otras partes de la provincia, especialmente del sur y de la Campiña.
Obra de ingeniería y recuperación
Ingenieros militares estuvieron al cargo de las obras, donde también participó personal civil en una edificación de peculiares características. Cinco accesos en las inmediaciones de la plaza servían para que los vecinos pudieran entrar rápidamente en el refugio llegando desde cualquier punto del pueblo. Unos accesos que en unos pocos metros formaban un recodo y cambiaban su dirección para evitar que la onda expansiva de una bomba -que se propaga en línea recta- alcanzara al resto del refugio.
Todos los accesos confluían en una amplia sala abovedada con una techumbre de gran fortaleza para el objetivo que perseguía, que era proteger de los ataques de la aviación a los civiles. Los historiadores del lugar calculan que, en el espacio de la sala principal y las decenas de metros de los túneles de acceso, el refugio antiaéreo fue capaz de albergar en su momento a unas 9.000 personas en una zona que no fue la más castigada por los bombardeos.
En 2008 se acometió una mejora integral de este espacio, se impermeabilizó todo el refugio y se instaló una bomba para evacuar el agua que el terreno mana naturalmente. Y, desde hace unos años para acá, el refugio se ha recuperado para la visita de curiosos, historiadores y turistas, tal y como hoy se puede ver en pleno centro de Villanueva de Córdoba.
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