El precio en origen del aceite de oliva vuelve a los niveles de hace dos años
Hace justo dos años, los olivareros comenzaron a ver cómo el precio en origen del aceite de oliva parecía no tener límite. Tras una subida considerada incluso normal ante una producción que ya se veía que iba a ser escasa, el mercado comenzó a elevar los precios hasta unos niveles jamás vistos. El precio de un kilo de aceite de oliva en origen pasó de ser pagado a 4,90 euros a prácticamente duplicarse en menos de un año.
Como cualquier otro producto del mercado, el sector se regulaba a través del precio. La campaña olivarera iba a ser la mitad de lo previsto y las almazaras no iban a poder cumplir con sus compromisos. Para no caer en el desabastecimiento, se optó por frenar el consumo a través de precios altos. Pero no funcionó. El consumo no cayó tanto como subieron los precios. La consecuencia fue que se llegó a pagar, de media, casi diez euros por kilo de aceite de oliva. El récord histórico del mercado había rozado los cinco euros por kilo en la campaña del 2015 al 2016.
Ahora, con una campaña más o menos normal en producción los precios han vuelto a caer. Aun así, siguen siendo como los de hace dos años, es decir, más altos que el tope histórico hasta la gran crisis de estos dos últimos años. Los olivareros están viendo que tras dos años de intensa sequía, los olivos están descansados y que la producción es muy alta, aunque los rendimientos no sean los esperados. La media de rendimientos superaba el 20% (el porcentaje de aceite por cada kilo de aceituna) en los últimos años. Ahora está habiendo rendimientos que no pasan del 18%.
Aun así, hay esperanza en un sector que ve cómo los precios se moderan, pero que no prevé que se llegue a los valores de hace años, cuando eran tan bajos que a algunos olivareros no le salían las cuentas. Justo en el verano del confinamiento, los precios se hundieron por debajo de los dos euros el kilo de aceite de oliva, algo que hizo que los agricultores iniciaran protestas y tractoradas. De hecho, en el caso del olivar de sierra el coste de la recogida era superior al que percibían los olivareros en las almazaras.
De momento, la generalización de la campaña está haciendo que de nuevo el precio se haya estabilizado en torno a los cinco euros por kilo en origen. La previsión pasaba porque estos precios se alcanzasen al final de la cosecha, y no al principio, ya que el enlace entre una campaña y otra ha sido complicado. Por primera vez, muchas almazaras han llegado a octubre con sus almacenes vacíos.
Eso sí, los últimos movimientos del mercado están desplomando aún más los precios. Este 4 de diciembre, Infaoliva señalaba que el precio medio de un kilo de aceite de oliva virgen en origen se estaba pagando ya a 4,60 euros, el virgen a 4,40 euros y el lampante a 4,35 euros. En apenas una semana, la caída ha sido superior a los 50 céntimos de euro, según los datos que reportan los agentes comerciales colegiados. La semana pasada, el precio medio del virgen extra se pagaba a 5,15 euros por kilo.
Una campaña un 50% superior
La directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Elena Busutil, presidió este miércoles la 53ª Mesa sectorial de aceite de oliva y aceituna de mesa, en la que analizó con las organizaciones y entidades representativas del sector, los principales resultados de la campaña 2023/24 y las previsiones para la actual temporada, una vez iniciada la recolección de aceituna de almazara en las principales zonas productoras.
En general, en esta próxima campaña se espera una recuperación del nivel productivo de aceite de oliva que permita un equilibrio de la oferta y la demanda, con unas cotizaciones que remuneren adecuadamente a todos los eslabones de la cadena de comercialización.
Las primeras estimaciones, del pasado mes de octubre, ya apuntaban a un aumento de la producción de alrededor del 50 % respecto a la campaña 2023/24. Las estimaciones actuales apuntan a una cifra de 1,29 millones de toneladas, que responden a las buenas condiciones del cultivo en gran parte de las zonas productoras, gracias a las lluvias caídas en las últimas semanas.
La alta valoración que tiene el consumidor del aceite de oliva hace prever mayores niveles de comercialización, en base al citado incremento productivo previsto que conlleva una mayor disponibilidad. Para el conjunto de la campaña, se estima un consumo interno de 480.000 toneladas y unas exportaciones 980.000 toneladas, que supondrían un incremento del 17 % y del 32 %, respectivamente, respecto de la campaña anterior.
Mientras, los datos de producción de aceituna de mesa, correspondiente a los dos primeros meses de campaña (septiembre y octubre), han superado las estimaciones iniciales, hasta alcanzar las 481.000 toneladas. Esto ha sido posible gracias a las lluvias de otoño, que han permitido un mayor nivel de verdeo en los secanos, con una muy buena calidad y calibre.
Para el conjunto de la campaña se estima una comercialización superior a la de la temporada anterior que, en el caso del mercado interior, se situará en 190.000 toneladas y, en relación con las exportaciones, en 275.000 toneladas. Estas cifras supondrían ascensos del 1 % y del 3 %, respectivamente, respecto de la campaña pasada.
Además, en el transcurso de la reunión se ha informado sobre el calendario previsto para la publicación del proyecto normativo que modifica el Real Decreto 861/2018 por el que se establece la normativa básica en materia de declaraciones obligatorias de los sectores del aceite de oliva y la aceituna de mesa. Tras el análisis de las observaciones recibidas durante el proceso de audiencia pública, finalizado el pasado 30 de octubre, y la continuación de los trámites preceptivos, está prevista su publicación durante el primer semestre de 2025 y su entrada en vigor en la campaña 2025/26.
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