Unas obras de Emacsa provocan cambios en el sabor y olor del agua, que mantiene su calidad
Si en los últimos días has notado que el agua del grifo no sabe o huele como de costumbre debes saber que nada tiene que ver con su potabilidad. Según han explicado a este periódico fuentes de la empresa municipal de Aguas de Córdoba Emacsa, este cambio responde a unas obras que se están realizando tras la constatación de una fisura en la toma de captación del agua que la empresa municipal recibe de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) Villa Azul.
El gerente de Emacsa, Rafael Carlos Serrano, ha detallado a CORDÓPOLIS que las obras no podían postergarse más ya que podría provocar un corte en alguna arteria principal de la ciudad. Las diferencias en el olor y el sabor son fruto de los tratamientos a los que está sometido el agua, “que dependen de cuestiones como su dureza”.
La fuente de abastecimiento principal de esta ETAP es el embalse de Guadalmellato mientras que las fuentes de emergencia son el embalse de San Rafael de Navallana y el bombeo de agua del río Guadalquivir. A pesar de estos cambios en el agua, Serrano ha recalcado que mantiene los mismos estándares de potabilidad y de calidad para uso doméstico y que procede del canal de riego. Serrano prevé que las obras duren “unos días”, volviendo el agua a su estado original.
Desde este martes, muchos usuarios se han quejado a través de las redes sociales del sabor del agua de Córdoba. Varios han llamado a Emacsa, que les ha comunicado precisamente que el motivo está en unas obras.
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