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ANÁLISIS

La izquierda cordobesa comienza a elegir a sus candidatos a ocho meses de las elecciones

Panorámica del Pleno del Ayuntamiento de Córdoba

Alfonso Alba

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Apenas una semana después de las elecciones de mayo de 2019, que convirtieron a José María Bellido en alcalde de Córdoba, tanto el PSOE como Izquierda Unida asumieron que sus candidatos, Isabel Ambrosio y Pedro García, no repetirían en 2023. El propio García anunció que sería el portavoz municipal, pero que después abandonaría la primera línea de la política. Ambrosio fue candidata en las últimas elecciones al Parlamento de Andalucía, donde en junio tomó posesión de su escaño. Ambos fueron los protagonistas del último gobierno de la izquierda en la ciudad de Córdoba, la primera como alcaldesa y el segundo como primer teniente de alcalde.

A apenas ocho meses de las elecciones, la izquierda cordobesa ha iniciado el proceso para elegir a los que sustituirán a Ambrosio y García. En 2019 también se presentó a las elecciones Podemos. Su candidata, Cristina Pedrajas, ha anunciado esta misma semana que también lo deja y que no se volverá a presentar. La izquierda cordobesa al completo tendrá nuevos candidatos.

Esta semana ha sido intensa en el PSOE de Córdoba. El diputado Antonio Hurtado ha anunciado su intención de presentarse a las primarias que elegirán al candidato socialista a la Alcaldía de Córdoba. Hurtado llega ungido por el respaldo de todo el aparato socialista. En el PSOE cordobés preferirían no someter su elección a primarias. De momento, la única candidata que también se ha postulado es la concejala Carmen Campos, que ya lo hizo a secretaria provincial del PSOE y que se retiró en el último momento.

Hurtado es, probablemente, el candidato socialista de todos los que se ha postulado, interna o externamente, más conocido para la opinión pública cordobesa, algo que el PSOE consideraba clave para tratar de convertir las elecciones municipales en una especie de tú a tú con José María Bellido. Hurtado fue el eurodelegado, el que mostró a los cordobeses cómo iba a ser el cambio de pesetas a euros, el concejal que se convirtió en el gran azote de Rosa Aguilar durante el mandato de las naves de Colecor y uno de los diputados en el Congreso que más preguntas ha hecho al Gobierno. Su inconfundible pajarita, su sombrero cordobés en el Mayo Festivo y su conocimiento de cómo funciona por dentro el Ayuntamiento también es algo que juega a su favor, en un momento en el que el PSOE ha barajado candidatos y candidatas de todo tipo. Algunos de los que se movieron, como diría el clásico Alfonso Guerra, al final no salieron en la foto.

Podemos, por su parte, también ha puesto en marcha la maquinaria. Pedrajas ha anunciado esta semana que quiere jubilarse como profesora y no como política, en los días en los que se han publicado los candidatos a las primarias que tiene que celebrar la formación morada. Se han presentado dos listas de dos candidatos veinteañeros. Entre las dos suman 26 nombres. La candidatura a las municipales en Córdoba tiene que estar formada por al menos 29 nombres. Los tres suplentes son opcionales.

Izquierda Unida, por su lado, está haciendo todo lo posible por que haya una candidatura de unidad a la izquierda del PSOE. Pero sin diluirse. IU, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros lugares de España, siempre se ha presentado con su nombre y sus apellidos a las elecciones municipales en Córdoba desde su nacimiento a finales de los años ochenta. IU atesora un enorme legado histórico en Córdoba, una ciudad que ha gobernado durante más años que cualquier otra formación. Mantiene un elevado número de militantes, tiene sedes en propiedad y considera que eso es algo que se debe notar en caso de pacto con otras fuerzas.

IU tiene fechas para su proceso interno, que todavía no ha alcanzado. Estas semanas, dirigentes de la formación se están sentando con todo el ecosistema de siglas a la izquierda del PSOE para tratar de armar, por primera vez, una candidatura conjunta. No se logró ni en 2015, cuando Ganemos se presentó por su lado, ni en 2019, cuando también lo hizo Podemos.

Ahora mismo, las relaciones estatales y andaluzas entre IU y Podemos no pasan por su mejor momento. En las andaluzas, apenas si pactaron una candidatura conjunta a unos días del inicio de la campaña electoral. En el Gobierno, los ministerios de Podemos han cesado a la mayor parte de los cargos públicos con carnet de IU o del PCE. En Córdoba, las relaciones no son malas, aunque el clima nacional contamina. Eso sí, la izquierda alternativa no tendrá un candidato en los próximos días, como probablemente ocurra con el PSOE, que podrá iniciar la precampaña electoral.

La única formación política que tiene clara su hoja de ruta es el PP. Bellido repetirá como candidato con la única duda de los nombres que le acompañarán y de si presentará una lista continuista o repleta de fichajes. A su derecha, se está a la espera de la designación de Vox, que depende de lo que diga su dirección en Madrid pero que apunta a Paula Badanelli como candidata. A su izquierda, se duda mucho de lo que ocurra en el entorno de Ciudadanos, una formación en caída libre y en descomposición.

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