El ingenio con una cámara de fuelle a cuestas para fotografiar a todo aquel que se pasea por Córdoba

Seguro que durante este Mayo Festivo la habrá visto. No pasa desapercibida. Va en una bicicleta que bien podría ser el bolso de Mary Poppins. Vaqueros, tirantes y fajín rojos, camisa blanca, sombrero cordobés y una flor bajo una de sus orejas. Quien conduce es Pilar Zurita, alias La Turista, una licenciada en Magisterio que hace un año decidió ir sobre ruedas por el casco histórico de Córdoba fotografiando a turistas y residentes mediante una cámara de fuelle que esconde truco e ingenio.

Pilar cuenta a Cordópolis que su intención era retratar la viva imagen de una fotógrafa callejera de los años 20. Adquirió una cámara de fuelle cuyo interior guarda la cámara digital con la que verdaderamente son retratados quienes posan para ella. Este dispositivo está conectado, a una impresora que lleva en la parte trasera de la bici. Y ahí es donde empieza la magia, asegura, que deja maravillado al público.

Segundos después de que Pilar envíe la fotografía, la impresora no expulsa una simple fotografía, sino una recreación de una revista en la que el fotografiado se ha convertido en el “protagonista de la actualidad de Córdoba”. “A través del programa Photoshop ideé una plantilla relativa a una portada de una revista en la que la fotografía ocupa la mitad de la imagen. A eso añadí otros recursos visuales, como la receta del salmorejo cordobés y algunas fotografías del Puente Romano y de la Mezquita de Córdoba”, explica esta mujer.

El precio de este obsequio es, simplemente, la voluntad. “Hay quienes se han parado y se la han llevado sin más, pero también hay quienes me han dado algo”, reconoce esta ciclista itinerante que pedalea por las mañanas por los alrededores del Alcázar de los Reyes Cristianos y de la Puerta del Puente, tras dejar a sus hijos en el colegio. Así estará hasta finales de junio, ya que en julio y agosto, previsiblemente, La Turista se recluirá en casa dado que las altas temperaturas hacen que el movimiento de turistas cese considerablemente.

Además de recorrerse estas zonas de Córdoba, Pilar se ha lanzado a ofrecer sus servicios para bodas, bautizos, comuniones y cumpleaños. Por el momento, la acogida “está siendo buena”, afirma esta cordobesa. Para estos eventos, deja la bicicleta a un lado y la cambia por un baúl, y recurre de nuevo a los años 20 para su vestimenta, “más elegante y apropiada” para estas citas.