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Una cadena de clínicas estéticas deja a cinco cordobesas en ERE y sin sueldo desde marzo

Antigua recepción de Hedonai en Ronda de los Tejares

María Berral

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Cinco trabajadoras cordobesas se encuentran afectadas tras el cierre del centro de depilación láser en el que estaban empleadas. La clínica Hedonai ubicada en la calle Cruz Conde de la ciudad, cerraba sus puertas en enero de este año sin casi avisar a sus trabajadoras. Ahora estas se encuentran en una situación de ere sin cobrar las mensualidades desde el mes de marzo y sin obtener la baja que les permita buscar otros trabajos o solicitar el desempleo.

Marta (nombre ficticio para mantener el anonimato de la afectada), es una de las trabajadoras afectadas. Según ha contado a Cordópolis, todas las clínicas ubicadas en España fueron en declive cuando el grupo Vivanta compró Láser 2000, “con el que todo era maravilloso”. Sin embargo, aun fue peor cuando a Vivanta lo compró Hedonai en marzo de 2022. “En ese momento empezamos a notar cómo el declive era generalizado, pasamos de clínicas con mucho potencial que tenían a los pacientes muy bien atendidos a que no nos llegaran los productos, hacían cambios en los contratos de los pacientes y estos ponían hojas de reclamaciones por un tubo; empezamos a ver que la gerente pasaba de lo que le decíamos. Incluso había clínicas con ratas, con cucarachas o cortes de luz”, cuenta Marta.

Todo comenzó el 19 de enero de este año, según ha explicado la afectada. “Llegué a mi puesto de trabajo y una compañera me dice que desde centralita estaban anulando todas las citas”. El motivo de estas cancelaciones fue el cierre de la clínica. Sin dar crédito, las trabajadoras llamaron a los pacientes para ver si ellos conocían algo, “nos decían que la central los llamaron para anulárselas y decirles que la clínica iba a cerrar”.

Finalmente, en una reunión, les comentaron la situación. “Los directivos de la empresa dicen que como había salido en prensa la noticia, se veían en la obligación de cerrar la clínica y mandarnos a casa con permiso retribuido”. De esta manera, Hedonai entra en un concurso de acreedores, y un comprador se queda con parte de las 56 clínicas a nivel nacional. Una de las que no compra es la ubicada en Córdoba. Como esta son 11 las afectadas a nivel nacional.

“Nos mandan a casa sin explicaciones, diciendo que había un plazo para ver si había un ofertante que quisiera quedarse con nuestras clínicas que ya estaban cerradas”, detalla. En cuanto a las nóminas atrasadas se les ha abonado las pertenecientes a enero y febrero, sin embargo, desde marzo las trabajadoras no han recibido sus salarios. Sin nadie que se hiciera cargo de las clínicas, el concurso de acreedores se cierra “y empieza el ere”.

Todo se ha dilatado en el tiempo “y hace que vayamos sin tiempo para poder cobrar las indemnizaciones en el fondos de garantía salarial”. En una comisión negociadora, los trabajadores pidieron que se abonaran las nóminas que se les debían, sin embargo, “no se llega a ningún acuerdo porque la empresa no cede en nada”. Tras agotarse el periodo de negociación, el caso está en manos del Juzgado Mercantil número 3 de Madrid, quien mandó un auto dando otros 15 días para intentar una negociación entre la empresa y los trabajadores, sin éxito.

La desesperación de las trabajadoras es que “ni cobramos ni estamos dadas de baja, no podemos solicitar desempleo ni darnos de alta en otra empresa”. Otra de las empleadas en la misma situación que marta, que también ha preferido mantener el anonimato, ha detallado su situación a este medio. “Tengo pareja, pero con solo un sueldo no se puede, hay compañeras que están solas y si yo lo estoy pasando mal no me quiero imaginar ellas”. Asimismo, denuncia que “han echado a madres que necesitaban conciliación, han ido a por la gente que de verdad más necesita estar empleada y más necesita el dinero”

Por último, cuenta que ha sido la propia empresa quien “ha dejado morir a los centros”. Y es que, según han contado ambas trabajadoras, los centros no contaban con el material necesario para realizar los tratamientos. “Tenía que ir yo a comprar cuchillas porque no teníamos material”. E igualmente, aseguran que “tampoco pagaban los alquileres, algunos centros estaban desahuciados, y solo nos pedían ventas pero no podíamos ejecutar los tratamientos”.

Actualmente, la situación para estas trabajadoras es desoladora porque con el tiempo que llevan los procesos judiciales y las vacaciones del personal de Justicia, temen “estar hasta noviembre sin cobrar el paro”. Muchas de las afectadas están dadas de bajas por depresión, estrés o ansiedad, causadas por este situación.

El testimonio de los pacientes

Una de las clientas de la clínica ha narrado su situación. Fue en diciembre del pasado año cuando contrató un tratamiento, pero la cita para realizárselo se la anularon en el establecimiento de Cruz Conde y se la trasladaron para el que se encuentra en el Corte Inglés (sin pertenecer a este). “Me vio la doctora de allí que me aconsejó que me pusiera otra cosa que me iba a notar más el tratamiento en la cara, me adaptaron mi financiación a los nuevos productos recomendados por la doctora de allí y me dieron la cita para ponérmelo a la semana siguiente”, cuenta.

Sin embargo, esta cita se la anularon por falta del producto. “Me dijeron que para la semana siguiente me darían la cita que ya lo tendrían allí y a la semana siguiente otra vez me anularon la cita”, detalla. Debido a esto no pudo acudir al centro antes de la comunión de su hijo que era lo que tenía previsto y por lo que había contratado el tratamiento. “Llegó Abril y no me habían puesto nada y la cuota que ellos me financiaron se la cobran todos los meses en mi banco sin tener nada hecho”. La afectada asegura haber puesto una hoja de reclamaciones y haber mandado correos para que le devuelvan su dinero, “pero nadie da la cara”.

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