Un lingote de oro, un trato en un hotel y un sobre con recortes de papel
Juzgan a tres estafadores para los que reclaman una pena conjunta de cinco años y medio de prisión | Trataron de engañar al vendedor de una pieza de oro que la ofertó a través de una página de Internet
Un anuncio en Internet, tres acusados, un plan, un preciado objeto, una cita en un hotel y una venta que no era tal, sino una estafa. Lo que parece un guión de una película de ladrones es, en realidad, el hilo argumental del juicio que se celebrará el próximo lunes, 16 de marzo, en la sala de vistas del juzgado de lo Penal, numero 5, en cuyo banquillo de los acusados se sentarán tres de los cuatro protagonistas de esta historia que comenzó a mediados del mes de julio de 2012.
Según la calificación del Ministerio Fiscal, en esa fecha un vecino de Córdoba puso un anuncio en una página de Internet en la que ofertaba un lingote de oro de 272 gramos a un precio de 9.343 euros. Poco tardaron los estafadores en responder a su anuncio y uno de ellos se puso en contacto con el propietario para concertar una cita y ofrecerle una cantidad sensiblemente inferior a la que reclamaba por la venta de la pieza de oro, que evidentemente fue rechazada, pero que le sirvió para conocerle en persona al vendedor y comenzar a urdir el plan.
De esta manera, pocos días después este acusado se vuelve a poner en contacto con el propietario del oro y le informa que conoce a una persona que estaría interada en la pieza, indicándole que este comprador podría llegar a ofrecerle unos 8.100 euros. De esta manera, se concerta una cita en un hotel de la capital corobesa a la que acuden los tres acusados y el vendedor. Comienzan las negociaciones con los otros dos implicados que se presentan como socios, cuando en realidad son padre e hijo.
En este contexto, el falso comprador indica que debe analizar la pureza del oro y que lo hará en una habitación del hotel a la que sube con su falso socio cuando en realidad lo que hacen es huir del lugar. Mientras tanto, el estafador que estableció el primer contacto se queda con la víctima que, en vista de la tardanza, se da cuenta de que la estafa y consigue retener al acusado que le acompañaba. El 'pastel' se termina por descubrir cuando la Policía llega al hotel e interviene al detenido un sobre con un billete de 20 euros y decenas de recortes de periódico que iban a ser 'colocados' como dinero al vendedor. El resto de los implicados acaban siendo detenidos, pero la pieza de oro no apareció jamás.
Por estos hechos, el Ministerio Fiscal reclama una pena de un año y medio para dos de los acusados (el que inició el contacto y el que se hizo pasar por el socio del comprador) mientras que la pena se eleva para el falso comprador, ya que es un viejo conocido de la Policía con condenas en firme por delitos relacionados con la estafa.
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